En el mes de agosto me enteré que mi marido lleva desde 2019 yendo con prostitutas de manera asidua, salvo los confinamientos y cierres territoriales de la pandemia. Va a casas buenas, 120 € la hora, y luego se queja de que su sueldo no da para pagar todos los recibos.
Por diferentes motivos aun no le he dicho que lo sé, pero estoy decidida a decírselo la próxima vez que me ponga la excusa que siempre pone para ir. Ahora no va desde noviembre por el Covid, pero en cuanto bajen los casos volverá.
Estoy decidida a divorciarme, no puedo soportar la idea de vivir con un hombre que alquila mujeres, que se acuesta con mujeres de la edad de su hija, que las llama «chicas», que se aprovecha de las circunstancias que pueden obligar a una mujer a prostituirse, que nos ha puesto en peligro de contagio de Covid y ETS.
¿Cuál es vuestra opinión? ¿Habéis pasado por algo parecido?