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Hoy he terminado de ver “Nevenka”, el documental de Netflix sobre la primera mujer que denunció el acoso sexual por parte de un político y ganó. La primera mujer que dio un paso al frente contra los leones para mirarlos de frente y señalarles.
El documental pone voz, cara y escenario a toda la historia narrada por la propia protagonista, Nevenka, con una tranquilidad y seguridad que hace que no quieras perderte ni un ápice de lo que tenga que decir. Nos presenta a una joven de 26 años con la inteligencia, valía, ganas e inquietudes suficientes para aprovechar su cargo político en beneficio de lo que consideraba su casa, Ponferrada. Sin embargo, todo ello se ve ensombrecido cuando Ismael Álvarez, alcalde del pueblo, se obsesiona con ella tras finalizar su breve (y casi forzada) relación sentimental, convirtiéndola en el objetivo de sus humillaciones, burlas e incluso amenazas. Nevenka se convertía así en víctima de acoso sexual.
Reconozco que antes del documental desconocía la historia y, cuando le dí a reproducir, no sabía lo que iba a encontrarme. Soy de la generación que sale a la calle para reivindicar nuestra voz y, en mi cabeza, que otros hayan salido para defender a quienes han intentado silenciar el dolor de una mujer, es algo que me cuesta digerir. Se me formó un nudo en la garganta y no pude evitar pensar que ese era el sentimiento con el que ella había lidiado durante todo su calvario y su lucha.
(Imagen del tráiler de Nevenka. Fuente: Netflix)
Casi de forma inconsciente, me descubrí llena de rabia, desconcierto y lágrimas. Me devoré los capítulos en un día y concluí que Nevenka también hablaba de mí, de ti, y de un montón de mujeres que hoy ponemos nombre a lo que nos ha pasado por pioneras como ellas, a las que llamamos valientes porque reivindicaron su derecho a que nadie las vulnere ¿Por qué mi generación no conocía a Nevenka? ¿Por qué nadie me habló de la que puede ser considerada la precursora del movimiento #MeToo en España, tal y como mencionan en el mismo documental? Nevenka, como otras tantas, es una mujer de que la deberían hablarnos en los colegios, pero no lo hacen.
Nevenka ganó, pero la sociedad la hizo sentir como la perdedora de aquella batalla. Y eso es algo que, como sociedad, debería pesarnos. Quizá por eso no nos han hablado de Nevenka en clase, porque hablar de ella es recordar que no estuvimos a la altura. Por eso, recomiendo el documental de Netflix y agradezco la labor de Newtral, que ha traído a nuestra casa el testimonio de una de las mujeres que hizo el futuro algo mejor. Y sobretodo, agradezco a Nevenka que haya decidido dejarme conocer su historia para reafirmarme en lo necesario que es gritar para que ninguna mujer sea silenciada, o caiga en el olvido.
Rocío Torronteras (@rocio_tor16)
