¿Eres de las que no se lava el pelo día sí y día también? Este es el post que estabas esperando. Cuando llevas años manteniendo una rutina de lavado-no lavado sistemática, aprendes ciertos trucos que te mejoran la vida. Porque la magia de la vida está en las pequeñas cosas, vengo a traeros un poco de magia en forma de peinados.

Ya sabemos que lo ideal sería tener tiempo -y ganas- para lavarnos el pelo día sí-día no (que es lo que yo le digo a mi peluquera que hago siempre siempre siempre, pero en realidad…)

El caso es que NO LO TENEMOS. Así que pasamos por distintas fases a lo largo de la semana hasta que volvemos a lavarnos el pelo.

Día 1: pelo recién lavado, brillante, ahuecado y con forma. La perfección, chica. Ese día no le hagas nada, aprovecha para ir de diva total y lucir melena recién limpita. Eso sí, no te lo toques mucho porque lo ensucias más rápido. Ya sé que es difícil, pero intenta mantener las manos LEJOS de tu precioso pelo.

good hair hairspray GIF by Beauty Brands

Día 2: tu pelo ya no está como el primer día, pero tampoco está nada mal. Si tenéis el pelo rizo, simplemente con mojarlo un poco, peinarlo con las manos e hidratar un poquito las puntas, estáis prácticamente igual que ayer. Si tenéis el pelo liso, con desenredarlo y peinarlo para que brille, perfecto.

Día 3: este es el punto crítico. Aquí la cosa se empieza a torcer. HAY QUE HACER ALGO. Ya no puedes salir con tu melena al viento porque está acartonada y empieza a tener ese aspecto apelmazado que no mola nada. Para este día horrible, os doy varias opciones:

CHAMPÚ EN SECO A TOPE. Como si no hubiera un mañana.

baroness von sketch dry shampoo GIF by CBC

Los mejores son los más baratos, he dicho. Ojo: no abusar que después os quedan franjas blancas y parece que se os ha caído un bote de talco encima. La clave está en repartirlo bien.

Moñito arriba con pelo suelto (‘half up’) y sé millennial por un día.

Es una solución fantástica. ¿Por qué? Salva el pelo que todavía está presentable y tapa la parte que está más asquerosita. Es decir, si nos poñemos el moñete en la parte de arriba de la cabeza (donde más se nota cuando el pelo está sucio) escondemos las pruebas, y además podemos seguir luciendo melenita un día más.

 

Trenza. De millennial a Rapunzzel en dos sencillos pasos.

El truco de la trenza es que como el look ya implica que el pelo esté aplastado, no se notará que el nuestro está así de serie porque está sucio. Yo lo que hago para que quede todavía más mono es dejar dos mechones fuera de la trenza y ondularlos las planchas (30 segundos y ale).

Día 4: bueno, puede que no todas lleguéis a esta fase, pero creedme, las hay que llegamos. Este día el pelo ya tiene mal aspecto, ya no hay por donde cogerlo así que hay que echarle imaginación.

Lo primero es peinar el pelo. Parece algo básico, pero por si sois de las que pa’ qué me voy a peinar, este paso es importante para que la melena quede unificada y no haya nudos. Además, así mantienes a raya a los baby hairs que se disparan como si hubieras metido la mano en un enchufe.

Después tenemos varias opciones:

Si está bien peinadito y reluciente (aunque esté sucio) todavía podemos salvarlo. Podéis utilizar las planchas para alisarlo u ondularlo, dándole forma no se nota tanto que no lo habéis pasado por el agua en los últimos días.

Si preferís no arriesgar, plantificaos el moño estilo Amy Winehouse de toda la vida.

amy winehouse GIF

El mejor método: UTILIZAR EL DONUT.

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Id al chino más cercano y compraos un donut de esos para peinados, ES BRUTAL. Aunque tengáis volumen/pelo de sobra, un moño nunca es demasiado grande. Arrepañáis todo el pelo, os hacéis una coleta, ponéis el donut y vais colocando el pelo a su alrededor con horquillas de moño… y ¡voilá! Es la mejor apuesta: queda súper elegante, combina con todo y lo más importante: no se te nota NADA que llevas el pelo sucio.

Si queréis algo más diferente que se salga de los peinados de toda la vida, también podéis ir a por el recogido con trenzas. Es muy sencillo. Dividís la melena a la mitad, os hacéis dos trencitas y en vez de ir así por la vida, las recogéis con pinzas alrededor de la cabeza. Queda súper original, bonito y femenino, aunque llevéis el pelo hecho un asco.