Llega un momento en la vida de algunas parejas en el que deciden dar un paso más en su relación.
Para algunas será comenzar una convivencia juntos, para otras tener hijos y para otras…casarse.

Por la iglesia, civil, íntima, a lo grande, de mañana, de tarde…Bodas. Todas diferentes. Y todas las que se iban a celebrar este 2020 se están viendo frustradas por el dichoso bicho.

Todo empezó con una proposición; esa que sería el momento más romántico de vuestra vida o una simple conversación. Unas bajo la luz de la luna, otras con público, otras en la ducha y otras hasta en el coche. Todas son momentos que recordaréis siempre.

Y a partir de ahí empezó una nueva etapa en vuestras vidas. Contarle el compromiso a vuestros seres queridos es de los momentos más bonitos que hay. Los padres que se emocionan, los amigos que dicen que ya era hora o los sobrinos que están ansiosos por llevar las alianzas.

Y después se presenta toda una lista de tareas que hacer antes de vuestro gran día que nunca pensaste que sería tan larga.

Empieza la búsqueda del lugar ideal para la celebración de la gran fiesta; encontrar una fecha ideal; planificar el presupuesto del que dispondréis; descubrir todos los entresijos que supone esta organización y que jamás te habías imaginado; encontrar al fotógrafo ideal; pensar en qué tipo de decoración querréis; si seating plan original; si boda clásica; si baile nupcial tradicional; si coreografía montada; que si las invitaciones las encargáis a un diseñador gráfico o las hacéis vosotros mismos; lágrimas de felicidad, piruletas de agradecimiento, paipais…La lista de cosas a decidir (muchas innecesarias) parece infinita.

En fin…un mundo nuevo que vas descubriendo durante los próximos meses de tu vida, y del que disfrutas porque sabes que (si todo va bien) solo lo harás una vez en la vida.

papeles para boda

Pero de repente…el 14 de marzo se decreta el Estado de Alarma…aterriza con fuerza un bicho en España que hará que la economía se derrumbe y nuestras vidas cambien completamente.

Y las bodas no se iban a quedar atrás. Se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas y se debe garantizar a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos.

Y entonces te planteas…¿Qué pasará con mi “Puede besar a la novia”?…

Las parejas que tenían programada su boda durante lo que se está extendiendo el Estado de Alarma ya han tenido que ver su fecha pospuesta.

Y las que se casan algo más adelante en los meses de verano se ven en una situación de total incertidumbre. Sin saber si esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos, si aplazarla o si cancelarla hasta nuevo aviso.

Adiós a la prueba del vestido de novia que tenías el próximo mes, adiós a la prueba del menú, adiós a tu despedida de soltera, adiós a la ilusión con la que estabas viviendo este momento.

Permítete sentir ira ante esta impotencia. Grita, enfádate, llora, cómete todo el chocolate que quieras para paliar el golpe, pero no dejes que esta fase te devore. Vívela, pásala y asúmelo. Ahora toca enfocarse en la solución.

Al final, en la vida no podemos controlar todas las cosas que suceden pero sí podemos decidir como reaccionar ante ellas.

Ahora toca pensar en cómo arreglar todo lo que ya teníais planeado. Contactar con vuestros proveedores para ver en qué situación real os encontráis y establecer con ellos un plan de contingencia. Y seguro que juntos podréis llegar a una solución que se ajuste a todas las necesidades.

Y llegará el día en que viváis vuestra gran fecha. Y seguro que en ese momento, os reiréis de todo lo que hoy os da ganas de llorar.
Seguro que en la barra libre suena “La cumbia del Coronavirus” y la bailaréis sin rencor.

Porque al final, por culpa o gracias a él, habéis pasado el curso prematrimonial más intenso que existe. Si habéis superado el confinamiento juntos…esa relación no hay crisis matrimonial que la rompa.

Y es que una boda se vive tres veces: al soñarla, al celebrarla y al recordarla. Y vosotros, no hay mal que por bien no venga, la habéis soñado durante más tiempo del que os correspondía.

Marta Freire