¿Por qué a algunas nos cuesta tanto salir de los grupos de Whatsapp?
En este mundo hay dos tipos de personas: los que saben salir de los grupos de Whatsapp y los que no. Por desgracia, yo pertenezco al segundo.
No sé hacerlo, no sé decir ‘bueno, ya se ha cumplido el propósito de este grupo, seguimos en contacto’. Taluego. Chau. Adiós muy buenas.
Qué va. Yo soy de las que se queda ahí incluso cuando el/la que lo ha creado avisa que se pira y da vía libre para que lo hagan los demás.
Soy la que se queda ahí hasta el día del juicio final. La que tiene más grupos abiertos que conversaciones individuales.
Acabo de comprobarlo, estoy en grupos que llevan inactivos desde 2017. Y en la mayoría ya solo quedo yo. Puedo usarlos para hablar conmigo misma, para enviarme notas y usarlas como recordatorios. Salvo que ya existen otras aplicaciones para eso, querida y estimada yo.
¿Por qué lo hago? ¿Por qué acumulo grupos inútiles? ¿De dónde me viene este Diógenes virtual?
¿Por qué a algunas nos cuesta tanto salir de los grupos de Whatsapp? ¿Por qué?
¿Cuándo se puede salir de un grupo sin riesgo a quedar mal, a herir sensibilidades?
¿Cuál es el límite de tiempo de inactividad a tener en cuenta para salir y eliminar?
¿Cuando te quedas ahí más sola que la una? ¿Entonces? Porque yo ni con esas.
Tengo muchos grupos en los que estoy yo sola, otros en los que permanecemos ahí dos o tres personas de las diez o veinte iniciales. Tengo grupos con gente a la que ni siquiera he guardado como contacto.
¿Por qué a algunas nos cuesta tanto salir de los grupos de Whatsapp?
Tengo dos hijos y estoy metida en seis grupos de padres. ¡Seis! Dos de ellos son de un cole al que ya no van, pero nada, que no me atrevo a dar el paso.
Tengo docenas de grupos que empiezan por ‘Cumple de’. Acabo de ver que quedamos tres amigas en el grupo del trigésimo cumpleaños de una de ellas. En verano cumplió los treinta y cinco. Y por supuesto, sigo en el grupo de la celebración de los treinta y cinco también.
Otra temática que lo peta en mi Whatsapp es la de ‘Regalo para tal’. Madre mía, la de regalos que se hacen, eh. Por los cumpleaños, por los nacimientos. Estoy dentro de un grupo que se llama ‘Regalo del jubiletas’; que me muera si recuerdo quién era el que se jubiló. Pues ahí lo tengo. Cualquier día le puedo preguntar al +346836475859 a quién coño le regalamos aquella cesta de vinos tan cara.
Luego están los grupos de amigas. Tengo más grupos de amigas que amigas en sí. Porque están los grupos por pandilla y algunas pertenecen a dos de ellas. Y están los grupos en los que también están las parejas, que son esos que solo usamos cuando intentamos ir de finde rural todos juntos, una o dos veces al año.
Tengo mogollón de grupos del trabajo. De ex compañeros de otras empresas y los de la actual, que son varios. Ya sabéis, está el grupo oficial del curro, y también el de verdad, ese en el que solo tienes a los que te caen bien. Ah, y no nos olvidemos del grupito en el que se raja de los dos o tres del oficial que no están en ningún otro grupo más. Que tú sepas, claro. Porque es muy probable que haya un grupo del trabajo en el que eres tú la persona a la que han querido dejar fuera.
¿Por qué a algunas nos cuesta tanto salir de los grupos de Whatsapp?
Total, que como no sé salir de los grupos de Whatsapp, estoy en todos esos que tienen un mínimo de actividad, así como en tooooooodos los otros que solo están ahí porque no he sido capaz de marcharme. O porque me ha dado pereza buscarlos para eliminarlos. O porque… yo qué sé. ¡Si es que lo mío no es ni medio normal!
Y tú, ¿sabes salir y eliminar los grupos de Whatsapp, o también tienes una tarita?