Empecé tarde a relacionarme con el sexo opuesto. Diría que tenía 22 cuando me lancé a la locura de conocer chicos, tener citas, ligar, follar y todo lo que se deriva de ahí. Tengo ahora 32, y en estos 10 años me ha dado tiempo a vivir todo tipo de historias, pocas de ellas con final feliz, la verdad sea dicha.

Me han dejado plantada, he tenido que inventarme excusas para huir de una cita horrible, me han dejado en visto, he querido repetir y me han rechazado. En fin, todo lo que te puede pasar cuando buscas pareja activamente y estás dispuesta a todo.

Cada vez que conozco a un chico nuevo es una aventura diferente, y sin embargo hay una premisa que lleva repitiendo a lo largo de estos 10 años. TODOS VUELVEN, pero no vuelven cuando te apetece, sino cuando estás feliz y ya no les necesitas.

Me explico. Me creo que todo va bien con Fulanito, y sin embargo de un día para otro deja de responderme los whatsapps. Mi intuición me dice que ha encontrado a otra y que su cobardía le impide darme la justificación que merezco. Yo lo paso un poco mal y maldigo de nuevo mi radar que me hace fijarme en chicos que se acaban yendo con otras. Puede que incluso me pase unas cuantas semanas (o puede que meses) sin querer conocer a nadie más. Cuantas más hostias te dan, más te cuesta volver a renacer de tus cenizas.

Sueño despierta y me imagino a Fulanito volviendo a mi arrastrándose como un campeón porque me ha dejado escapar. Pero por supuesto eso jamás sucede, no al menos mientras tú estás en la mierda.

Entonces pasa un tiempo prudencial, vuelves a confiar en ti misma y en tu radar y te vuelves a meter en el embolao de conocer gente nueva. Aparece Pepito, parece que os gustáis y la cosa avanza. Estás tranquila y feliz, ya no piensas en nadie que no seas tú misma, y si eso Pepito. ¿Y entonces quién reaparece?

FULANITO, por supuesto.

Parece que huelen tu felicidad. Huelen que ya no lloras por ellos, que ya no les necesitas. Yo he llegado a pensar que alguien les envía un SMS con un breve mensaje que dice algo tipo: ‘Leticia está contenta, ataca AHORA’, porque os juro que no me lo explico. Me ha pasado tantísimas veces que me niego a pensar que es casualidad.

Ahora déjame que te diga algo desde la experiencia. No te dejes engañar por las palabras de Fulanito. Es probable que te coma la oreja y te diga que se arrepiente de haber sido un capullo contigo, pero en realidad solo quiere mojar el puto churro y volverá a desaparecer en cuanto te desestabilice un poquito. Se aprovechará de tu energía positiva, y cuando tú vuelvas a mostrar interés se evaporará de nuevo. NO CAIGAS AMIGA, SE FUERTE.

Le dio igual dejarte en visto y tratarte como un moco pegado a la manga de una chaqueta. Volverá a hacerlo. No viene a por ti, viene a recoger un poquito más de ego, viene a verte caer de nuevo para subir su autoestima. No seas tonta, no te dejes. Que aprendan a vivir sin la maravilla que dejaron escapar… TÚ.

 

Leticia S.

 

¿Quieres enviarnos tus artículos e historias? Escríbenos a [email protected]