Si buscas en internet encontrarás muchísimos artículos sobre la soledad. ¿Por qué? Porque todos nos sentimos solos alguna vez en la vida, con razón o sin razón. Y es que cada persona vive la soledad de una forma, lo que hace que haya muchísimos tipos. Tal vez te sientes identificada con alguno de los siguientes:
“Me siento sola en clase”
Cambia las clases por el trabajo, la familia o en tu relación de pareja. Esta soledad es la que afecta sólo en una pequeña parcela de tu vida y hace que te sientas incómoda cuando tienes que enfrentarte a esa situación.
“Quiero estar con gente, pero no puedo”
Este tipo de soledad viene impuesta por los demás. Tú quieres socializar, pero tu entorno no te deja. Puede ser por un trabajo que no te deja apenas tiempo libre o por una relación posesiva y abusiva. En el primer caso, intenta compaginar el trabajo con una vida social más rica y aprovechar todos los contactos sociales.
Sin embargo, si te sientes sola porque tu pareja, tus padres o un amigo actúa de forma posesiva y no te deja salir con nadie, pon fin a esa relación. Es fundamental marcar nuestros límites y dejar atrás a la gente que nos hace daño, aunque cueste.
“La gente se preocupa por mí, pero me aíslo”
En este caso, eres tú misma quien te impones la soledad. Es muy común en personas con depresión y ansiedad, pero también en personas que ponen expectativas muy altas al resto de la gente.
Mi consejo es que te expongas poco a poco a las situaciones sociales. No hace falta que salgas de fiesta ya (o nunca si ese rollo no te va), pero puedes quedar con una persona con la que tengas confianza para dar un paseo y tomar un café, después ir con tu grupo al cine y así poco a poco.
“A veces me da la neura y me siento sola”
Hay personas que son más sociables y necesitan gente a su alrededor constantemente, por eso en situaciones de estrés, ansiedad o tristeza tienden a sentirse solas. Normalmente esta soledad es transitoria y se va cuando el motivo de preocupación desaparece.
“Tengo una sensación de vacío constante”
Esta soledad es la más peligrosa porque aun que la persona se rodee de gente, la sensación de vacío no desaparece. Es como si la vida hubiese perdido sentido para ti, como si el día a día fuese una obra de teatro que ves pero que no te afecta para nada.
Esto puede deberse a un trastorno depresivo o también a circunstancias personales duras como la muerte de un ser querido, abuso o agresión sexual, maltrato psicológico o físico…
¿Qué soledad sueles experimentar tú? ¿Estás sola porque quieres o porque no sabes estar acompañada? ¿Alguna vez te han hecho sentir culpable por socializar? Puedes dejarnos tu opinión o experiencia en comentarios.
Autora: Marina Pinilla, psicóloga especializada en Psicología de la Salud e Intervención en Trastornos Mentales y del Comportamiento.
Redes sociales: @ManriMandarina
Es importante ponerse en manos de un profesional si la sensación de soledad y no tienes herramientas para gestionarlo por tu cuenta.