La evolución de los productos íntimos para las mujeres están en evolución, y aunque algunos tienen más años que el catarro parece que están cobrando mucha más fama y fuerza, ya que cada vez existen menos tabús al respecto y estos productos cada vez son más conocidos.

En esta ocasión os vengo a hablar de las esponjas menstruales, las cuales otras veces han causado cierto revuelo.

esponjas menstruales

Pues buen una que es una gran investigadora de la vida, empírica y científica me decidí a probarlas.

Después de usarlas durante toda esta regla puedo decir que estoy más que encantada con este producto y que cuando se le pierde el miedo y se le coge un poco de práctica resulta ser un gran aliado.

Lo mismo algunas desconocéis para que sirven, os cuento. Las esponjas menstruales son unas especie de esponjitas (muchas dicen que se parecen a las del maquillaje), las cuales están pensadas para que los días que tenemos la regla y queremos mantener relaciones sexuales, las podamos tener sin manchar nada.

Son totalmente hipoalergénicas, por lo que da igual si tienes el chichi un poco delicado y por eso te da cosilla probarlas, puedes estar totalmente tranquila que no pasará nada. Tiene una textura súper suave que no te hará daño ni a ti ni a tu pareja.

Es verdad que muchas mujeres durante estos días o bien no tienen ningún apetito sexual y deciden ni tener relaciones sexuales o porque simplemente no les gusta y otras que les da igual manchase o no.

Pero si eres de las que no quieres que la regla te corte o te limite ninguna práctica sexual, te recomiendo 100% este producto.

Yo os confieso que la primera vez que la usé no tuve ovarios a quitármela, eso se había ido hasta el infinito y más allá y no era capaz de encontrarla por ninguna parte, y mi chico tampoco. Pero antes de empezar a hiperventilar y verme en urgencias con alguien buscándomela, me esperé un rato y me relajé.

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En cuanto pasó una hora la esponja había recuperado su forma, y me resulto sencillo sacarla, eso si me tuve que meter los dedos hasta el fondo, pero como yo no soy escrupulosa y mi chichi y yo nos llevamos chachi tampoco me supuso ningún problema.

La pellizqué con dos deditos, y una vez que la tenía bien cogida tiré de ella y salió sin mayor drama, sin ningún tipo de dolor ni molestia.

¿Cómo funciona?

Es bastante sencillo, retiramos el tampón o la copa del interior de la vagina, nos aseguramos que no queden restos de sangre e introducimos la esponja por la parte más estrecha (realmente da un poco igual porque lado la introduzcamos) y la empujamos lo más dentro que podamos, si se te queda a medio camino no pasa nada, con los dedos, un juguete o el pene se empuja.

Una vez que ya la tenemos dentro, esta esponja absorberá el flujo, pudiendo llevarla hasta un máximo de 8 horas en nuestro interior.

A la hora de tener penetración el chico no notará absolutamente nada de nada, ya que el tacto de la esponja es muy suave, de hecho muchas chicas las utilizan y tampoco se lo comentan a la otra persona.

No se puede usar como un tampón, ya que su capacidad de absorción es más limitada.

Están pensados para usar y tirar, por lo que son muy prácticos ya que una vez que te lo quitas te despreocupas y lo tiras.

¿Cómo se saca?

Bien aquí es donde está el truco, y es el principal motivo por el que muchas mujeres desechan la opción de probar estas esponjas.

Muchas mujeres me preguntan qué “¿Dónde se va a ir la esponja?”, como si nuestra querida vagina fuera un pozo sin fondo que se traga las cosas. Pues bien, no se va a ir a ninguna parte, como mucho se quedará en el final de esta.

El problema está que muchas mujeres desconocen la forma de su propia anatomía y piensan que la vagina es un tubo recto y ya está,  y hay que tener en cuenta que dependiendo de la mujer, esta puede ser mas curva o aplastada.

Cuando nosotras usamos la esponja, y más si hay penetración, pasa una cosa, y es que esta se queda al final del todo y como hecha un “burruño” es decir, se queda como aplastada y por eso cuando vamos a sacarla o bien nos resulta muy difícil o incluso no llegamos a tocarla.

Yo cuando no encontraba la esponja

Si esto te pasa, que no cunda el pánico porque es lo más frecuente. Lo que haremos en este caso es:

Esperar como unas dos o tres horas para que la esponja se vaya abriendo por si sola y vaya bajando un poco, así cuando metamos los dedos podremos sacarla con mayor facilidad. Si la has usado por la noche y ya no estás sangrando mucho, incluso puedes dejarla puesta mientras duermas y sacarla a la mañana siguiente.

2º Hay mujeres que la encuentran con relativa rapidez, por lo que una vez que termines de tener relaciones te sientas en el baño, o te pones en cuclillas, introduces dos dedos en tu vagina y una vez que la localices, la extraes.

3º Si tu sola no puedes sacarla, tu pareja te puede ayudar, te colocas a cuatro patas y pones el culete bien en pompa (yo llamo a esta postura el parto de la burra), de esta forma la vagina se queda más expuesta, tu pareja introducirá los dedos y podrá alcanzarla con más facilidad.

4º Si solo habéis practicado masturbación y/o sexo oral, os resultará súper sencillo sacarla, porque se quedará sobre la mitad de la vagina.

5º No olvides que todo lo que entra sale, si te pones muy nerviosa inténtalo luego más tarde, porque si no, sin darte cuenta estás apretando los músculos de la vagina y así es mucho mas difícil sacar o meter nada. Puedes lubricar un poco tus dedos para introducirlos.

Para mí este producto es de 10, ya que soy una fan incondicional del sexo oral y con la regla pues como que no me apetecía. Desde que las uso y acompañada de mi querida copa, vivo las reglas de una forma totalmente diferente ya que no me limitan tanto.

La única pega que tiene es aprender a cogerle el truco a sacarla, pero una vez que has practicado, no hay mayor problema.

 

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