Cómo ha cambiado la televisión en las últimas décadas ¿verdad?
La programación de hoy en día poco o nada tiene que ver con lo que veíamos cuando éramos pequeños.
Las alternativas disponibles se han multiplicado por un millón. Ahora tenemos televisión a la carta, canales privados, plataformas de streaming… cientos de miles de opciones de películas, series, documentales, programas o reality shows.
Total, para acabar tragándonos las telenovelas turcas o a Paquirrín rajando de su madre en abierto. Y encima con las pausas publicitarias, que ya saben en las cadenas que una tiene que orinar o cotillear Instagram de vez en cuando sin miedo a perderse nada que no pueda ver un poco más tarde en Youtube o el mismo Instagram.
En definitiva, que para lo que han cambiado los gustos y hábitos de gran parte de la audiencia, lo cierto es que podríamos recuperar un poco las tendencias televisivas de los años 80 y 90. Porque, reconozcámoslo, aunque ahora nos cueste creerlo, muchos corríamos a casa para ver ciertos shows que se emitieron durante nuestra infancia y juventud.
¿Ejemplos?
Venga, veamos la siguiente lista de programas de televisión que te flipaban si naciste en los 80:
- 1, 2, 3, responda otra vez. Se emitió, con varias interrupciones, desde 1972 hasta 1994. Nosotros lo vimos en el bloque 1982-1988. Y digo que lo vimos porque no me cabe la menor duda. Lo vimos todos. Los señores de La 1 lo retomaron de 1991 a 1994, y ahí ya no digo nada, que la variedad disponible en la parrilla era mayor y a algunos nos fueron perdiendo.
- Barrio Sésamo. Espinete, Don Pimpón, Coco, Triki, Epi y Blas… Fueron nuestros primeros e inolvidables amiguitos de la televisión.
- El precio justo. ‘A juuuuuugaaaaaaaaar’. Y tanto que jugábamos. Pero nunca conseguimos acercarnos, ni un poquito, al precio de aquellos maravillosos y surrealistas escaparates finales.
- Humor amarillo. Probablemente uno de los programas más ridículos y divertidos de todos los tiempos. Lo veíamos el fin de semana, aun en pijama, y nos meábamos de la risa con las caídas de aquellos incautos japoneses, los personajes malvados del laberinto, las zamburguesas, el chino Cudeiro y el ‘doblaje’ o, mejor dicho, interpretación que hacían Juan Herrera y Miguel Ángel Coll. Fue de lo mejorcito de su tiempo, al menos en lo que a risas se refiere.
- Su media naranja. Presentado por Jesús Puente, un señor al que el programa no le pegaba nada, pero que le daba un puntazo muy molón. Tres matrimonios a los que les hacían preguntas comprometidas que cada miembro de la pareja respondía por separado y que sumaban 50.000 pesetas si coincidían en la respuesta. Un despiporre.
- Lo que necesitas es amor. Si lo has leído cantando, este post es para ti. Este programa pretendía ayudar a recuperar amores perdidos metiéndolos en la Caravana del amor. Que suena bastante mal si no lo has visto nunca, pero que no era tan creepy como puede parecer. Inicialmente el espacio lo presentaba Isabel Gemio, pero luego pasó a ser presentado por Jesús Puente. Y este volvió a llevar al éxito otro show que, a priori, le quedaba raruno de narices.
- ¿Qué apostamos? En este programa había famosos, público, apostantes, Ana Obregón, Ramón García y una nada desdeñable cantidad de dinero para apostar. Ah, y una prueba de exteriores y todo. Las apuestas eran de lo más insólito y complejo, cosas como adivinar un producto de supermercado viendo su código de barras, reconocer una calle de Madrid con una foto de su asfalto o meter a veintiséis personas en un Seat 600. Trepidante.
- El gran juego de la oca. Eso era un plan de sábado y el resto tonterías. Dejando a un lado lo cuestionable de algunas de las pruebas y el tema de las azafatas ligeras de ropa — era otra época, qué le vamos a hacer — el formato resultaba de lo más entretenido y apto para todos los públicos. Qué emoción cuando veíamos que al concursante de turno su tirada lo llevaba al ‘Beso o tortazo’ — ejem… — o a la casilla del Flequi. La etapa de Emilio Aragón, Lydia Bosch y Patricia Pérez fue lo más de lo más.
- Sorpresa, sorpresa. Acompáñame, déjate llevar… una noche con tantas sorpresas… Para sorpresa la que se llevó Ricky Martin. Nadie lo vio, pero en cuestión de horas todo el país estaba enterado. ¿Sabremos algún día la verdad? Si no entiendes de qué estoy hablando es que tienes menos de 26 años. O vivías en una cueva.
- Del 40 al 1 (con Fernandisco en Canal+). Érase una vez un tiempo en el que no existía Youtube por lo que si querías ver los videoclips de moda… tenías que esperar a la emisión del programa Del 40 al 1 las mañanas de los sábados en aquel canal que emitía porno encriptado los viernes noche. Qué recuerdos. Por los vídeos, eh, no por el porno codificado.
- El Grand Prix. Allá por 1995 alguien metió en una coctelera un poco de espíritu de verano, un par de pueblos, una patata caliente, unos bolos, una vaquilla, a Ramón García y una pizca de Humor Amarillo. El resultado fue un exitoso programa que se emitió durante más de una década.
- Furor. Era una encarnizada lucha musical de chicos contra chicas (famosos todos ellos) cuyo árbitro y juez era un Alonso Caparrós en el punto más dulce de su carrera en la televisión. Si has nacido en los 80 es muy posible que todavía sueltes algún que otro ‘minipunto para el equipo de las chicas’ cuando se te presenta la ocasión.
Y tú, ¿tienes la suerte de haber nacido en los 80?
¿Qué programas te flipaban a ti?
