Desde el mismo momento en el que el test de embarazo da positivo, comienza una montaña rusa de emociones en la que se mezclan la alegría y el miedo. El cuerpo sufre muchos cambios y uno de los órganos que más lo notan es la piel. Pero, no te preocupes; aquí te mostramos cómo cuidar la piel durante el embarazo.

Dicen que mientras se está en la dulce espera la piel y el cabello están más bonitos que nunca; pero, no te vamos a engañar. Esto no siempre se cumple. Los cambios hormonales afectan a todo el cuerpo y se ceban especialmente con la epidermis provocando la aparición de acné, manchas e irritación en algunos casos.

Además, durante el embarazo la piel sufre un estiramiento brusco en la zona del abdomen, las caderas e, incluso los pechos, y las estrías pueden hacer acto de presencia para instalarse de manera permanente.

Cuidar la piel en esta etapa será fundamental para mantener su elasticidad y evitar – aunque suene fuerte – que quede marcada de por vida. En este post, te contamos los cambios que puede sufrir la epidermis y te damos las claves para prevenirlos y poder una lucir una piel radiante durante la gestación.

Cambios de la piel durante el embarazo

Aunque todo parezca felicidad y amor en esta etapa, lo cierto es que el embarazo no siempre es tan idílico como lo pintan. Cada persona es un mundo y, mientras que algunas mujeres hablan maravillas, otras aseguran haber tenido “épocas mejores”.

Durante la gestación, la piel también sufre los efectos de la revolución hormonal y es muy probable que hagan acto de presencia los siguientes problemas.

Estrías

Es uno de los más frecuentes. En la gestación, se produce un estiramiento excesivo de la piel que puede provocar la rotura de los tejidos y la aparición de esas antiestéticas marcas a las que llaman estrías.

La falta de elasticidad e hidratación es una de las principales causas y, por eso, siempre se recomienda usar productos que aporten una hidratación extra para preparar la piel para lo que se le viene encima.

Melasma

El famoso ‘velo’ del que tanto nos han hablado nuestras madres y abuelas. Según la sabiduría popular, estas manchas en la piel salen cuando se va a tener una niña; pero dista mucho de la realidad; depende de otros factores que no tienen nada que ver con el sexo del bebé.

La aparición de estas manchas oscuras está relacionada con el aumento de los niveles de estrógenos en el embarazo, que provocan un exceso de pigmentación en algunas zonas. También suele aparecer una línea oscura que divide en dos partes el vientre (línea áurea). En este caso, suele desaparecer después después de dar a luz.

Acné

Sí, has leído bien. Si pensabas que ya te habías librado del acné, estabas equivocada porque es posible que reaparezca (o aparezca por primera vez) durante la gestación. La revolución de las hormonas también puede provocar un aumento de la producción de sebo, dando lugar a la aparición de brillos, granos, puntos negros y espinillas.

Deshidratación

Da lo mismo si tu piel es grasa o ya era seca. Cuando estás embarazada, la epidermis se puede deshidratar. Lo notarás por el picor, la irritación y la tirantez en algunas zonas concretas del cuerpo. De ahí que la hidratación sea algo fundamental desde el mismo momento en el que te enteras de que estás embarazada.

Cómo cuidar la piel durante el embarazo

Ahora que ya sabes los cambios que puede sufrir tu piel en el embarazo, es hora de que sepas cómo cuidarla en esta etapa tan trascendental para prevenir la aparición de estos problemas cutáneos.

Usa aceites y cremas antiestrías

La hidratación es fundamental durante los 9 meses que dura el embarazo. Como te comentamos antes, la piel (en especial, la del abdomen) sufre un estiramiento brusco y excesivo que puede romper el tejido cutáneo y provocar la aparición de estrías.

Esto se debe a una falta de la elasticidad de la epidermis que puedes evitar desde el minuto 1 usando productos muy hidratantes el aceite de almendras dulces, el de rosa mosqueta o el de jojoba. Recuerda siempre elegir aceites vegetales naturales que no dañan tu salud ni la del bebé.

Pero, sin duda, tus mejores aliadas para combatir su aparición, son las cremas antiestrías. La web www.fundacionrcoms.com recomienda utilizar las que contienen ingredientes activos como centella asiática, rosa mosqueta, aceites vegetales, colágeno y elastina. Hidratan en profundidad y aportan elasticidad, evitando así que las fibras se rompan.

Empieza a usarla cuanto antes y aplícala en las zonas más rebeldes (abdomen, pechos, caderas y muslos). Existe una gran variedad de cremas antiestrías a la venta así que seguro que no te costará dar con la tuya.

¡Ah! Y no olvides hidratar también la piel del rostro con tratamientos específicos que nutran y restauren la barrera lipídica para evitar la pérdida de agua.

Cuida tu higiene

Si la higiene siempre es importante, en el embarazo, aún más. Si quieres mantener la piel sana y que los ingredientes activos de los productos penetren hasta las capas más profundas de la dermis, no descuides su limpieza.

Te recomendamos que uses jabones neutros y cremosos y evites los baños calientes. En esta etapa, es mejor que optes por una ducha de agua templada. El agua muy caliente o las saunas pueden afectar al desarrollo del bebé, afectando a su sistema nervioso.

Bebe mucha agua

Aunque te resulte complicado, procura beber la cantidad diario recomendada de agua (unos 2 litros). La hidratación empieza en tu interior y, si no bebes líquidos ni agua, tu piel lo notará.

La sequedad, los picores y la irritación se pueden combatir manteniendo los niveles óptimos de humedad. Ten siempre a mano una botella de agua, ponte avisos en tu smartphone o descarga alguna aplicación que te recuerde cuándo debes tomarla. Y si te resulta más fácil, toma infusiones libres de teína como el té rooibos.

Usa protección solar

Si quieres evitar la aparición del melasma, es importante que no salgas de casa sin aplicar un protector solar SPF 50+. Además, en los meses de verano, si vas a la playa o estás expuesta de forma prolongada al sol, procura llevar siempre contigo un sombrero o una pamela que te hagan de barrera para que los rayos ultravioleta no penetren en tu piel.

El sol es unos de los principales causantes de las manchas oscuras y el fotoenvejecimiento cutáneo. Y teniendo que, durante la gestación se produce un aumento de la pigmentación, toda precaución es poca para evitar posibles daños.

Combate el acné con productos específicos

Los alfahidroxiácidos serán tus mejores aliados para combatir el acné durante la gestación. Exfolian con suavidad y limpian en profundidad los poros, evitando su obstrucción y que aparezcan granos y espinillas.

Los alfahidroxiácidos más seguros son el ácido mandélico, glicólico y láctico que, aparte de exfoliar, también aclaran la piel. Es mejor no abusar del peróxido de benzoilo y el ácido salicílico: la concentración no puede ser superior al 5% en el caso del primero y en el segundo a un 2%.

Eso sí, fíjate muy bien en la composición del trata y elige siempre fórmulas más naturales o que contengan la menor cantidad de aditivos que no sean necesarios. Cuántos menos lleve, mejor.