Soy una «seño» de Educación Infantil que adora su trabajo, pero que se sorprende cada día más de cómo puede influir un pensamiento o un comentario mal comentado en un niño/a que está en modo esponja, que reproduce todo lo que oye y que interioriza toda ideología de su entorno.
Bueno, que me voy del tema, pues estando con un grupo pequeño, realizando una actividad de Expresión Plástica una de mis alumnas hace la pregunta del año: 
– Seño, ¿tienes novio?
A la que respondo:
– Ahhh, a eso no puedo contestarte (no soy muy partidaria de hablar de mi vida personal a mis alumnos aunque a veces me acribillen a preguntas y tenga que dar pistas).
El grupo comienza a hacer preguntas sin parar: ¿pero tienes novio? ¿Te gusta algún chico? ¿Mueres de amor por alguien y no te quiere? ¿Vives sola? Y de entre todas esas preguntas, se escucha a una alumna decir:

– Seguro que la seño está enamorada de un chico pero como está gorda no le hace caso.

Le pregunté que por qué pensaba eso y me dijo: 
– Porque sí seño, si estás gorda nadie te quiere y no podrás tener al chico que quieras porque los chicos guapos no quieren a las chicas gordas (Me quedé anonadada, no daba crédito de lo que estaba oyendo).
Le dije que en el mundo hay muchos tipos de chicos y de chicas y que todos, absolutamente todos, tienen derecho a enamorarse de alguien y de ser queridos/as, sin tener que estar limitado por nuestro cuerpo. Todos y todas tenemos derecho a querer y a ser queridos, seamos como seamos.
La niña me miraba con cara extraña y finalmente otra niña dijo: 
– Es verdad seño, mi prima está gordita y tiene un novio muy guapo, que es modelo (Otro topicazo, guapo y modelo).
Aún sigo sin dar crédito, es tan difícil luchar contra un mundo infectado, una sociedad enferma, donde te hacen creer desde pequeños que estar delgado/a y ser guapo/a te da el poder de tener todo a tus pies, pero que si no encajas con los estándares de belleza tienes que conformarte en querer ser como esa delgada. En las que llevar falda con ese muslamen es no tener vergüenza o rozar el sentido del ridículo, tener un NO antes de mostrar sentimientos hacia ese chico o chica guapa, conformarte con el primero que llame a tu puerta porque claro, estás demasiado gorda como para que te quiera… 
¡¡BASTA YA!!
Dejemos de seguir fomentando este cáncer de sociedad, inculquemos en los más pequeños ideales reales y justos, dejemos a un lado la absurdidad y la estupidez humana que durante tantos siglos nos ha caracterizado. Demos paso a un mundo mejor, libre de estándares, de límites, de complejos y de tallas.

Patri