A medida que crecemos y maduramos, vamos perdiendo amistades por el camino, en ocasiones sin ningún motivo aparente, simplemente se acaban, y muchas veces ni siquiera somos conscientes de cuándo ocurrió ni por qué. Dejas de recibir whatsapps con asiduidad, pasan las semanas sin que te decidas a llamar para ver qué tal está y cuando te quieres dar cuenta, han pasado los meses o los años y ni siquiera echas de menos a la otra persona. Pero a veces, gracias a las redes sociales, a amigos en común, o a que uno de los dos se lanza a escribir o llamar de nuevo, retomas esa amistad y te das cuenta de que disfrutas de la compañía de tu amigo/a tanto como disfrutabas hace años. O incluso más.
Y es que retomar viejas amistades tiene muchas ventajas:
– Te han visto en tus mejores y peores momentos, por lo que no te encuentras con el ‘problema’ de que se puedan enterar de aquella vez que hiciste tanto el ridículo o de que te liaste con aquel chico del que ahora te arrepientes
– Que te digan ‘No has cambiado nada!’ después de 10 años sin veros da más subidón que 200 likes en Instagram
– Tienes tema de conversación para rato. Quizá sea un poco difícil encontrar cosas en común en la actualidad, pero tenéis tantos momentos compartidos en el pasado que podéis pasar días enteros recordando vuestra amistad
– No tienes que hacer esfuerzos por caerle bien, porque ya le caes. Que hayas pasado tiempo sin ver a la otra persona no significa que hayas dejado de apreciarla
– Te vas a reír muchísimo, recordando ligues pasados, la ropa que llevabais en el instituto, aquella vez que vuestro amigos hizo tanto el ridículo o cuando os fuisteis todos de vacaciones y alguno la lió parda
– A pesar de conoceros desde hace años, es como conocer a una persona nueva, porque habéis pasado 5, 10 o 15 años sin veros y tenéis muchísimo de lo que poneros al día
– No hay nada como reencontrarte con alguien de tu pasado y darte cuenta de que tú estás mucho mejor que la otra persona. Es superficial, pero es así
Obviamente, hay gente de nuestro pasado a la que no tenemos ninguna gana de ver, no es obligatorio volver a ser amigos de todas las personas que se han quedado en el camino. Además, es más que probable que no todas estas amistades se vayan a seguir manteniendo, hay veces que volverá a espaciarse el tiempo entre llamadas y mensajes y de nuevo te darás cuenta de que no echas de menos a la otra persona. Otras veces descubrirás que tu amigo ha cambiado y que ya no te sientes tan a gusto a su lado como antes. Y otras simplemente serán un par de cafés o una tarde de cañas y no pasará de ahí. En cualquier caso, no se pierde nada por intentarlo, al menos de primeras, ¡son todo ventajas!
