Yo tuve ese mismo problema. Era incapaz de ponerme un tampón, ya ni te cuento lo que me pasaba con la penetración. Era imposible. Estuve años sufriendo vaginismo y todo lo que conlleva (el machaque psicológico), pero al final fui a un sexólogo porque ya era una situación insostenible. Fue lo mejor que pude hacer y me ayudó muchísimo. Mi pareja desde un primer momento me ayudó y venía conmigo a consulta siempre que era necesario, ya que muchas de las sesiones eran en común. Así él aprendió a ayudarme más, si eso era posible. De hecho, a día de hoy cuando noto que algo no va bien, recurro a todo lo que el sexólogo me enseñó y consigo relajarme. No fue fácil, no fue de un día para otro, pero sobre todo aprendí que no era culpa mía. Esto a veces ocurre. Así que mi consejo es que acudas a un profesional y que lo relativices porque tiene solución. Y a quien no te valore por eso, que le den por donde amargan los pepinos.
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