Respuesta a: Miedo y resistencia al cambio

Yo me fui a vivir sola por motivos laborales a los 23 años.
Las primeras semanas muy bien. Era independiente y tenia mis normas en mi casa. Luego llegó la soledad y el echar de menos con quien hablar a la hora de la cena. Incluso dejé de leer porque no me gustaba el silencio. Luego vino la ansiedad y deseaba que llegara el fin de semana para ir a casa de mis padres. Me pasaba las noches sin dormir y sin saber a que le tenía miedo.
Pero tampoco estaba agusto en casa de mis padres. Esa había dejado de ser mi casa. Fueron unos días horribles.
Un día me di cuenta de que la vida sigue y todos volamos del nido. Que tenemos que adaptarnos a nuestra nueva vida y el piso de alquiler que tanto miedo me daba, lo hice mío. Cambié algún adorno, pero sobre todo, cambié la percepción que tenía de él. Esa era mi casa, tenía que hacerla mía y hacerla confortable. Y lo hice. Y el día que me fui a vivir con mi novio, la eché de menos.
Con esta historia quiero decirte que tengas paciencia y empieces a pensar que ese piso de pareja es tan casa tuya como la de tus padres.
Y hay otro tema, estás empezando la vida de pareja, pero no te olvides de tus momentos a solas. Porque puede que lo que más se echa de menos al convivir con tu pareja, sea el espacio privado que es la habitación de casa de los padres, ya que esa desaparece. Pero eso no quiere decir que podáis ver casa uno su serie, en distintas habitaciones cuando os plazca