No sabéis lo que me ha alegrado ver que hay chicas que están felices con sus pechos y que no piensan operárselos. Hoy en día, buscas información sobre las mamas tuberosas y todo lo que puedes leer es que son feas, una malformación y que debes operarte para poder alcanzar la felicidad. No te cuentan que tan sólo es un tipo de pecho más, sí, diferente, que puede que no produzca tanta leche en algunos casos cuando tengas hijos. ¿Y qué? No es malo! No eres menos mujer por eso!! La propia sociedad nos crea los complejos, la imagen que dicen que debemos mostrar, el estándar en el que debemos encajar. Pues bien, aunque aún no me acepte y tenga muchos miedos, me niego a operarme. Porque me dan miedo las agujas, los riesgos de la operación (que tu cuerpo rechace el implante, que el pezón muera, que el implante se encapsule, que se infecte, que acabes peor ) y tampoco quiero estar renovando implantes, ni asumir el riesgo de que dificulten la detección de un futuro y posible cáncer de mama. Admiro a aquéllas que se atreven a dar el paso y operarse, hacen muy bien. Eso sí, deben asegurarse de que el complejo se supere, que el superarlo no dependa de la operación, porque sino, nunca estarán contentas consigo mismas (lo digo por una amiga a la que le ha pasado). Por eso, vamos a empezar a aceptar que hay personas diferentes, con cuerpos diferentes. Es una malformación, pero no es malo, ni eres menos mujer, ni menos femenina, ni menos valiosa. Un beso chicas.
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