Deb
Invitado
Lo peor es que en el momento de verte en esas situaciones prefieres no reaccionar para no montar una escena.
Habrán pasado años, pero si te sigue doliendo, háblalo con tu marido. Dile que es un asunto que te sigue hiriendo y el porqué.
A lo mejor lo que necesitas es que tu marido le pare los pies al imbécil de su padre.