POST NO PATROCINADO

 

No hay un título que llame más la atención y que sea tan sincero como este, chicas. Tal y como lo leéis. Mi marido se lavó los dientes con mi crema vaginal y yo no he podido descojonarme más en la vida.

Para las que tenéis la maravillosa, increíble y milagrosa suerte de no sufrir de candidiasis, os contaré que es una puta mierda. Se trata de una infección que tenemos muchísimas mujeres en la vagina por varias causas que pueden ser hongos por humedad (sobre todo en verano con el bikini mojado todo el día), falta de defensas o no usar ropa íntima de algodón, entre otras.

Sus síntomas son espantosos: un picor intenso como su putísima madre. Pica tanto y tan fuerte que parece que te arrascas con trocitos de cristal. Lo dicho, espantoso. Así que siempre tengo en casa GineCanescalm, una crema calmante de Bayer que es para este tipo de infecciones. Y la verdad es que es oro puro, te alivia muchísimo. Su formato es igual que el de una pasta de dientes aunque algo más pequeño.

Pues bien, una vez dicho esto, os contaré que mi marido se iba de viaje y le saqué varias cosas para que se llevase: un cepillo de dientes nuevo, un peine, un botecito de 100 ml para el champú y una pasta de dientes. Como soy yo la que tiene todo guardado me encargo de organizar estas cosas en los viajes. Así que se lo dejé todo en el baño, sin darme cuenta de que también estaba fuera mi crema vaginal QUE USO TODOS LOS DÍAS Y SIEMPRE DEJO EN EL MISMO SITIO… Pues nada… el niño parece que se la llevó por error.

Yo todavía no me había dado cuenta. Pasaron los días y no conseguía encontrar la crema, pensé que la habría perdido pero, ¿cómo cojones?? Eso no sale de casa y solo me la aplico en el baño… super raro.. 

Pero en fin, cuando fui a recoger a mi marido al aeropuerto nos pusimos al día de todo y entre las anécdotas de su viaje me contó que en una ocasión en la que se estaba lavando los dientes se puso a pensar “SABE RARO” y que “NO HACÍA ESPUMA NI ERA SENCILLA DE APLICAR”, sino que era más pastosa de lo habitual. Así que miró la crema y fue cuando lo vio. “¡ME HE LAVADO LOS DIENTES CON TU CREMA VAGINAL!” Y no os hacéis una idea del descojone que yo tenía encima.

“¡Ya decía yo que no la encontraba! ¿Cómo te llevaste mi crema?”, comentaba entre risas, “no sé, estaba encima del lavabo como todas las demás cosas y me la llevé pensando que era pasta de dientes” me dijo, yo aún llorando y sin apenas poder conducir de la risa. ¡Mi marido se lavó los dientes con mi crema vaginal! Verle poner la cara que puso cuando lo recordaba vale millones jajaja.