Venga, va, un ejercicio de sinceridad… ¿cuántas nos hemos hecho selfies de esos en los que se ve lo justo y necesario? Entendiendo lo justo y necesario por cara y escote, claro. Hubo una época en mi vida en la que mis fotos de perfil (véase en Myspace, por ejemplo) eran hechas desde arriba, en el ángulo perfecto, evitando mostrar un cm más de lo necesario. Salía mi cara, monísima y estupenda, sin papada, pero dejaba a la imaginación el resto.

Entonces empezaba a hablar con chicos y en cuanto notaba que había feeling, la misma idea rondaba mi cabeza: ‘en cuanto vean mi cuerpo van a dejar de hablarme’. Y lo cierto es que en más de una ocasión así fue. El chico en cuestión me pedía más fotos, yo reunía valor para enviarle alguna en el que se viera el resto de mi ser, y entonces… cric cric… dejaba de contestar a mis mensajes. Pasé años así, escudándome en mis fotos de cara para poder recibir así más visitas y tener opción a hablar con más chicos. Quedé con muy pocos, casi nunca fue bien, y entonces encontré WeLoversize.

87ef16fc35510df81f44ed478dbd36a3

Leer artículos de chicas como yo que arrasaban con sus caras Y SUS CUERPOS (independientemente de sus tallas) me hicieron pensar que quizás yo también debería lanzarme al mundo tal cual soy. Así que me bajé el dichoso Tinder y lo surtí con unas cuantas fotos en las que se me veía de pies a cabeza, con mi esplendorosa talla 50. Os mentiría si os dijera que tengo cientos de matches (personas que me interesan y a las que yo también intereso) porque no es así. No tengo una lista interminable de hombres esperando para conocerme, pero sí unos cuantos que desde el minuto uno saben cómo es mi físico y les apetece saber algo más sobre mi.

Desde que me atrevo a mostrarme sin triquiñuelas os diré que me resulta infinitamente más fácil relacionarme y que hasta duermo mejor por la noche. Quizás no me hablan tantos, pero los que me hablan ya han pasado un filtro inicial que asegura no me van a juzgar por pesar más de 100kg y eso da una tranquilidad que a todas os aconsejo.

 Autor: Laura Peláez