Es que eres muy raro… Siempre tienes que dar el cante… Ya estás como siempre… ¿Tú, cómo no? 

Vivan las expresiones que intentan hacerte sentir mal pero te hacen sentir en la gloria bendita. Eres diferente, ¿y qué? Eres maravilloso y especial. Que los demás dicen blanco y tú dices negro, pues me alegro por ti. Eres de esas personas que sí aportan algo bueno al mundo. Qué aburrimiento sería que todos pensáramos igual, que todos actuáramos igual. Todo sería del mismo color, y el arco iris perdería su objetivo de diversidad.  Se supone que debes encajar en un grupo, que debéis compartir gustos para hacer planes juntos pero, ¿de verdad todo el mundo debe ser exactamente igual? 

La variedad de opiniones enriquece a las personas. No hay nada mejor que la diferencia, que haya personas que aporten puntos de vista que nos hagan replantearnos lo que pensábamos que era de una manera. Que te desafíen, que te pongan a prueba, que te motiven… Esas personas valen su peso en oro, son especies en peligro de extinción que deben ser protegidas lo antes posible. Deben ser cuidadas y respetadas para que sigan iluminando al resto. Ser diferente denota personalidad, carácter, amor propio. No tener miedo a ser como uno mismo es, que los demás opinen lo que quieran.

Esas personas tienen una misión muy importante dentro de los grupos, y es ayudar a los demás a conocerse mejor.

Muchas veces, actuamos en base a lo que otros hacen o dicen, porque nos preocupa ser aceptados socialmente, no queremos quedarnos solos. Nadie quiere. Aceptamos cosas por el simple hecho de que otros las hacen. No nos cuestionamos una alternativa diferente porque la mayoría ha decidido eso, y debe ser así. Pero, luego llegan las “ovejas negras” y le dan una patada a lo que se supone que hay que hacer. De repente, cuestionan el por qué, y los demás se paran a analizarlo aunque sea una milésima de segundo. Hacen lo que ellos mismos piensan que deben hacer, se hacen notar. Marcan la diferencia.

Las opiniones de los demás las tienen en cuenta, pero no les supone un cambio de creencias. Las “ovejas negras” sois imprescindibles, no lo olvidéis. Vuestra personalidad mola, vosotros moláis. No dejéis que nadie os convenza de lo contrario. Sois vosotros los que sumáis y hacéis crecer a los demás.

Inma Jurado