SI LA VIDA ES SUEÑO, ME PIDO UNO HÚMEDO

7 de la mañana. Suena el despertador. Abro un ojo. Apago la alarma y vuelvo a cerrar el ojo con la intención de dormirme “sin querer”. Como si esa excusa le fuera a servir a mi jefe.  Y es en ese preciso instante cuando me doy cuenta de que la dichosa alarma me ha sacado de un sueño. ¿De cuál? Pues de uno en el que estaba haciendo la compra en el super y resulta que habían cambiado todo de sitio, pero que la inercia me hacía coger las cosas que habían puesto en el lugar de las anteriores y al llegar a la caja me daba cuanta de la compra tan absurda que estaba haciendo. 

¡¡MENUDA MIERDA DE SUEÑO!!

Cuando era niña tenía un sueño recurrente que era ir volando como a un metro del suelo e iba encontrando montañitas de monedas de oro. O me trasladaba al mundo de los dibujos animados que me gustaran en ese momento.

De adolescente soñaba que me caía, que angustia. Pero también solía soñar que estaba de fiesta con gente que no conocía y que acababan siendo mis amigos del alma. O que me enrollaba con personas que en la vida me habría imaginado. 

No sé… eran sueños que molaban. Que cuando te despertabas querías volver a dormirte para pillar el sueño en el mismo punto y ver en qué acababa la historia entre tú y tu amigo de la escuela al que hace años que no veías pero que por alguna razón le estabas comiendo todos los morros en tus sueños.

Y me paro un momento a pensar en los últimos sueños que recuerdo ahora mismo…

– Estar haciendo cola para entrar en una tienda y que no avance porque hay aforo y además te hacen desinfectarte las manos y los brazos enteros.

– Fregar y que la pila de cacharros nunca baje y tú friega que te friega y eso nunca se acaba. Y resulta que son los platos que había en la casa de tus padres. Detalle sin importancia pero que es lo más significativo del sueño.

– Estar en la terraza de un bar tomando algo y ver pasar un grupo de gente. Ya. Nada más. Ese es el sueño. 

Siento repetirme pero… ¡¡MENUDA MIERDA DE SUEÑOS!! 

Y claro… te paras a pensar… ¿Y si son el reflejo de mi puta mierda de vida? ¿Y si estoy desaprovechando mi vida haciendo cola, fregando y viendo como la gente pasa? 

Que no te digo yo que quiera soñar otra vez con vivir en La aldea pitufa, pero un poquito de emoción que les dé vidilla a mis despertares… 

Que en mi día a día ya hago la cola del super, friego y veo gente pasar por la calle… ¡En sueños dame otra cosa coño! Emoción, aventura, viajes, locuras, ¡pasión! Y que me despierte colorada y sin poder confesar lo que he soñado. Que al llegar al trabajo no pueda mirar a la cara a mi jefe porque esta noche yo he perdido las bragas, pero él todo mi respeto. Que me despierte empapada en sudor, pero no por haber estado moviendo los brazos haciendo que friego. 

Ya lo dijo el poeta “que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Y sospecho que la vida no cambiaría, la rutina seguiría siendo la misma y la pila de platos no desaparecería del fregadero, pero chica… puestos a elegir… Si la vida es sueño, ¡me pido uno húmedo! 

Marta Toledo