Cada mañana cuando me despierto lo primero que hago es mirar el calendario. Veo las tareas que tengo ese día y después hago pis, me ducho, me bebo mi café con azúcar moreno y lo doy todo. Os prometo que hoy cuando he seguido esta rutina he podido comprobar con mis propios ojos que era 2019, pero me acaba de pasar algo que me ha hecho sospechar que tengo el poder de viajar atrás en el tiempo. ¿Estoy en los años 50?

He quedado con varios amigos para tomar algo y al final se ha unido más gente que yo no conocía. Estábamos bebiendo cerveza, comiendo pipas y hablando de la vida cuando ha surgido el tema del porno. No sé muy bien qué estábamos hablando para acabar debatiendo sobre actores y actrices del mundillo, pero en un momento de la conversación he dado mi opinión sobre un actor en concreto.

“A mí este señor me gusta mucho, me parece que hace lo que tiene que hacer como es debido.”

Y uno de los chavales que no conocía me ha mirado atónito como si acabase de confesar que he matado a alguien. Podía haberse quedado todo en una cara de sorpresa, pero decidió hablar y soltar por la boca la parida más grande que he escuchado en mi vida:

“Ah, pero… ¿Las tías veis porno?”

Se ve que el muchacho sólo tiene una neurona y necesita tenerla activa todo el rato para no cagarse encima, porque preguntar eso en pleno 2019 es gañán hasta decir basta.

Sí, amigos y amigas, las mujeres vemos porno. No todas, igual que no todos los hombres lo ven, pero un amplio porcentaje de féminas disfrutamos con un vídeo pornográfico. Nos gustan muchos temas, algunos más bestias que otros. Depende de la mujer.

Por suerte el sector pornográfico ha sido consciente de esto y cada vez hay más vídeos enfocados hacia el disfrute de ambos sexos. No sé vosotras, pero a mí no me entusiasma un vídeo de 20 minutos de una chavala comiéndole la polla a un tío con cara de sufrimiento.

Sea como sea, disfrutar del porno no nos hace menos feministas. Sí, es un sector bastante sexista y lo ideal es que eso cambie. ¿Cómo podemos ayudar nosotras a que esto suceda? Consumiendo porno de productoras feministas, que cada vez hay más, y no pinchando en vídeos con temática machistorra. Fácil, ¿eh?

Por otro lado, hay cierto tabú en las mujeres a la hora de reconocer que nos mola el porno y a mí esto me repatea. Digamos abiertamente que nos gusta un buen vídeo guarro, no nos avergoncemos. Masturbarse es sano. A veces apetece fantasear y otras veces algo fácil, cómodo y con un buen argumento. El porno mola, os lo dice una mujer.