Todas las camisetas pasan por diversas fases, como la luna o como tú buscando tu sitio.  Echa un ojo a tu armario y reconocerás fácilmente todas estas camisetas de mierda que guardas:

  1. Camisetas nuevas: huele bien, el algodón aún está en buenas condiciones, el estampado o dibujo luce nuevo, brillante. Te cuesta elegir cuando ponértela porque quieres ponértela todos los días
  2. Camiseta que tiene ya un tiempo: es una más de tu armario. Perfecta para ponértela cuando llevas jersey porque te da igual no lucirla. Pero si te la quitas no va a poner CAJA RURAL.
  3. Camisetas viejas: tiene algún agujerillo, el dibujo ha sufrido una desaturación de colores. Si es de Aliexpress igual se ha resquebrajado. Es ahora el momento de convertirse en una camiseta multiusos: lo mismo la destierras para dormir, que para ponertela por la calle. Según el día que tengas. Que lo mismo te levantas y bajas a pasear al perro con ella puesta, total, nadie va a pensar que es el pijama.
  4. Camisetas de dormir: estas nunca han visto la luz del día. Son grandes, flojas, cómodas. O te las regalaron con intención de las lucieses, pero eran tan feas. O te parecieron muy graciosas en su día y ahora te das cuenta de que no. O es la de LEVIS y has decidido desterrarla.Caja Rural + Kukuxumusu UN MUST
  5. Camisetas chabacanas para estar por casa: yo no sé vosotras, pero llego a casa y me cambio. Depende de la hora, me pongo el pijama o no. Porque si te vas a poner a cocinar o a limpiar, pues luego qué asco meterme en la cama con los olores y calores. Así que, aquí es dónde entran todos los modelos más buscados: la de CAJA RURAL de Soria, XXVI Carrera a favor de los enfermos muy enfermos, Eroski San Fermín 1998 etc. Hay que tener un buen arsenal de estas, da igual si tienen manchas de tomate que no se van.
  6. Camisetas para cuando empiezas a ir al gym/correr: el primer día, quizá todavía no te ha dado tiempo a comprarte 500 mallas y tops cuquis, así que pillas una de Carnicería Josete y el chúndal. Luego ya te compras de todo. Y al mes ya no usas ni una ni otra porque has dejado de ir.
  7. Camisetas para fiestas del pueblo: el difícil equilibrio entre una camiseta bonita pero que te igual que se manche de kalimotxo.
  8. Camisetas trapos: Unos tijeretazos y adiós camiseta, hola trapo para limpiar cristales.
  9. Camiseta que ya no te están, pero por si acaso: se guardan junto a ese vestido que ya no te cierra, el vaquero que no sube y la falda que no baja. POR SI ACASO.
  10. Camisetas para pintar: cuando la camiseta de la Caja Rural empieza a ser transparente, quizá deberías tirarla. Pero hay que estar preparado para cuando vuelvas a pintar tu piso dentro de 10 años.