Si os digo que voy a hablar sobre Carlos Navarro, tal vez no sabríais ubicar a esta persona, pero si os digo el «Yoyas», la cosa cambia. Concursante de la segunda edición de Gran Hermano, y fue el primero en ser expulsado disciplinariamente por su agresividad. 

Como criminóloga me llama la atención la creciente popularidad de esta persona, hasta el punto de centrar tertulias y encabezar programas, y a la vez me da rabia, porque de nuevo el agresor es el popular y la víctima pasa a un segundo plano. 

Carlos Navarro, ¿cómo es? sólo con pararnos en pensar de dónde viene su apodo, «El Yoyas» por su conocida frase «le voy a pegar dos yoyas que le van a temblar las orejas», ya nos define cómo es esta persona. Un narcisista, le gusta el protagonismo, ya que nunca decía que «No» a los programas que le llamaban. Su característica central era su agresividad verbal y gestual, su escaso control ante estímulos negativos. Insultos, y vejaciones hacia sus compañeros. Así que no es una sorpresa, que en el ámbito familiar sea igual. 

Fayna Bethencourt, fue la víctima de Carlos Navarro, le conoció en GH, y es madre de sus dos hijos. Y ahora nos preguntamos ¿cómo no ha visto lo que todos veíamos? Yo lo llamo «el velo de la víctima de violencia de género», incluso cuando su agresividad era tan evidente, en el inicio de su relación, dentro del programa GH, ocurrió un hecho que fue uno de los desencadenantes de su expulsión, «El Yoyas» coge del pelo a Fayna y le pega un buen tirón. Y a continuación, él le dijo: «Te estoy pegando de cachondeo». Y ella le contestó: «¡Si casi me partes la oreja!». Sorprendente, pero es algo que vemos diariamente, la víctima de violencia de género en muchos casos no sabe que es víctima,  está totalmente anulada, carece de iniciativa y poder de decisión.

Podría analizarle tras su extensa participación en televisión, es más, está en busca y captura, y se permite realizar una entrevista para el Mundo, dándoselas de víctima, pero evidentemente quiere que se siga hablando de él, le gusta que se le vea aunque se arriesgue a ser capturado. Quiere encabezar una cruzada, ya que afirma que es «un cabeza de turco», y que está «condenado por una ley injusta e inconstitucional que, entre otras cosas, a los hombres nos mata civilmente como padres«, por desgracia, no es nada raro que los agresores se consideren víctimas de la sociedad, y más, en los casos de violencia de género es muy común desde hace unos años, ya que se sienten respaldados por un sector de la sociedad.

Pero ¿nos sorprende este tipo de personas? A mi no, por desgracia todos conocemos o tenemos a un «Yoyas» cercano, puede ser un amigo, el carnicero, tu hermano o incluso tu padre, la violencia de género es nuestro pan de cada día, y tiene múltiples manifestaciones.

No se si os pasa, pero hay frases que se te quedan grabadas en la mente, y una de ellas me la dijo mi profesor de Derecho Constitucional, «tu hogar es algo sagrado, inviolable por eso su especial protección, es donde más seguro/a te debes sentir«, imaginaros la víctima de violencia de género cómo debe sentirse, su hogar es su cárcel, donde debe estar siempre en alerta, y sobre todo el miedo. Vivir con miedo.

 

Por Xisca Ferrer

Coordinadora de «Iter Victimae»

 

 

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