A menudo leo comentarios que banalizan completamente esta profesión, desde el absoluto abandono durante el confinamiento hasta tuits virales que dicen lo fácil que sería ser cajera, así que hoy he venido a escribir como es un día normal en la vida de una cajera de súpermercado, a ver si podemos crear más empatía hacia el sector.
Empezamos con el turno de mañana.
A las 5:30 suena el despertador porque a las 7 AM hay que estar cambiado y preparado para fichar.
Lo primero que te encuentras son palés distribuidos por toda la tienda que hay que reponer. Cuando terminas con los palés, en el almacén hay ya más carros con productos ya despaletizados para seguir reponiendo.
A las 8 empiezas a montar en la sección en la que te hayan formado, porque por supuesto no solo eres cajera. Puede que tengas que congelarte en pescaderia para cubrir todo el mostrador de hielo, destrozarte la espalda en el mostrador de carniceria colocando todos los productos en su sitio o que te mueras del calor en el horno de panaderia.
A las 9 avisan la apertura, pero antes tienes que haber contado y preparado tu caja.
Entre cliente y cliente corre al almacén a por un carro lleno de productos cercanos a las cajas para que mientras no haya clientes, salgas de caja a seguir reponiendo. A las 10:30 empiezan los descansos y tienes que cuadrar con el resto de cajeras ir a cubrir los descansos de las secciones que os correspondan. Luego va el vuestro. 15 minutos en la puerta del super para fumarte un cigarro y beberte un café lo más rápido que puedas.
A partir de las 11:30 ya no te mueves de caja. Cientos y cientos de clientes y siempre el mismo guión «buenos días, ¿Quiere bolsa? ¿Tiene tarjeta del super?» hasta luego, gracias» repito tanto ¿Tiene tarjeta -inserta nombre de cualquier súper-? Que hay veces que lo digo aunque la señora ya me la haya dado.
Y entre cliente y cliente, un pedido.
Llama a otra cajera, la cual estaría haciendo cualquier otro trabajo y ha tenido que dejar a medias para ir a cobrar en lo que tú pasas por caja un pedido de cientos de euros: cobra, separa seco, droguería perfumeria, frío y congelado, ve al almacén corriendo a por cajas, reparte la compra en las cajas, pasa la información del domicilio y lleva todo eso al almacén. Vuelve a tu caja y otra vez «Buenos días ¿Quiere bolsa?…» Eventualmente, los clientes traen sin pesar la fruta o la bollería aunque en las secciones hay carteles enormes que ponen «NO TE OLVIDES DE PESAR LOS PRODUCTOS» Así que muchas veces durante la mañana te toca correr a las básculas de las secciones a pesar las compras de los clientes, haciendo esperar al resto de clientes y creando colas mas largas.
A las dos empieza a calmarse, y ahora tienes tiempo de ir a dejar en su sitio todos los productos que la gente ha ido dejando porque en caja se ha dado cuenta de que ya no lo quería. También vas al almacén a dejar las alarmas que has ido quitando, cuentas tu caja, y esperas que después de 300 clientes no haya demasiado descuadre. En algunos supermercados, además, en este punto se miran también las pulsaciones por segundos para ver lo rápido que cobras.
Ahora puedes limpiar tu caja y dejarla preparada para el turno de tarde e irte a casa a preparar la comida y comer a las 4 de la tarde para pasarte todo el resto del día agotada.
Ahora vayamos al turno de tarde.
Te crees tú que las tardes son más tranquilas, pero estas tienen su punto también.
Las semanas de tarde aprovechas a hacer toda esa burocracia y gestiones que solo se pueden hacer de lunes a viernes por las mañanas. Comes hiper pronto para no irte añusgado y se te pasa la mañana súper rápido.
Empieza la tarde muy parecida a la mañana: cuenta la caja, prepara el puesto de trabajo, repón… Aquí puedes reponer o carros que hayan quedado por la mañana o bien, todos esos productos que a la hora de reponer ya no caben en lineal y se han ido bajado al almacén. Picos, los llamamos. Una cosa que tienen los picos es que se colocan en cajas apiladas. El día que te toca bajar una caja llena de picos de botellas, o de garrafas de aguas… Rezas porque tu espalda pueda soportarlo. Descansos y empieza la preparación del cierre. Todo, sin olvidar, que seguimos en caja. A las 6 se empieza a frentear. Esto significa que hay que mover todos los productos uno a uno hacia delante y dejar toda la tienda bien colocada para el día siguiente. En este punto es donde te encuentras los productos que la gente ha ido dejando por ahí por no volverlos a llevar a donde los han cogido. También te encuentras guantes usados, cajas vacías de productos que alguien ha robado, latas ya bebidas…
Cuando se termina de frentear, quien esté de cajero principal se encarga de llenar la nevera de bebidas para el día siguiente, limpia cada caja, vacia basuras, saca cierres de los datafonos, cambia los carteles de oferta del escaparate, coloca los productos que la gente ha dejado en cajas, lleva las alarmas al almacén y barre y friega toda la zona de cajas.
El que esté de segundo cajero tiene que ir a tirar toda la basura de todo el supermercado, desmontar y limpiar la máquina de zumo, apuntar la prensa que ha sobrado, filmarla y guardarla. Guardar en bolsas individuales toda la panaderia y bollería que ha sobrado, guardar la fruta en la cámara de fruteria, bajar las persianas de las camaras de frío y apagar todas las básculas de la tienda. Y en los 15 minutos que tenemos de más después del cierre, se sacan los palés que han venido esa tarde para colocarlos por la tienda para que esten preparados para que los compas de la mañana puedan reponerlos.
Y no me despido aun sin mencionar que se trabaja los sábados, que hay festivos de apertura, que muchos días te quedas cobrando pasada la hora de cerrar porque la gente ha decidido que 5 minutos antes del cierre es una hora estupenda para ir a comprar. Hemos tenido hasta pedidos a esa hora. Que la gente pierde la cabeza en navidad, que en nochebuena y nochevieja, aunque se cierra antes, son los días que más tardamos en cerrar porque la gente se espera al último maldito segundo… Y mil cosas que me dejo en el tintero, todo por (chan chan chan) 1050€ netos.
Y si habéis llegado hasta aquí solo os puedo pedir que tengáis toda la empatía del mundo con la cajera del super de vuestro barrio. Que os asegureis antes de pasar por caja de que lleváis todo lo que necesitais, de que habéis pesado las cosas que hay que pesar, de que no os sobra ningún producto y si os sobra, colocarlo en el sitio del que lo habéis cogido, y que salvo urgencia, no vayais después de media hora antes del cierre para podernos nosotros también irnos pronto a casa. Vuestra cajera de confianza os lo agradecera 🙏🏼