La semana pasada sufrí un aborto involuntario retenido. Estaba de poco tiempo, pero fue un palo. Me dieron pastillas para expulsar los restos, me puse bastante mal pero no expulsé todo, así que tuvieron que repetir la dosis días después, y también estuve mal.
Mi pareja ha estado esos días muy amoroso, cuidándome, encargándose de la casa y de nuestra hija de 2 años y medio.
Hoy ha sido el primer día que paso sin dolores y empiezo a encontrarme mejor anímicamente, he jugado un poco con la niña y he bajado con ella al jardín de la comunidad, hemos hecho las cosas de casa entre los dos y no él solo como días atrás… Pese a no encontrarme mal, sí me noto como sin fuerzas, muy cansada, de haber estado tantos días dolorida, en cama y con cólicos fuertes. He hecho un esfuerzo por mi hija y porque creo que para mi mente es mejor estar activa.
Por la noche, él ha hecho empanadillas (vamos, freírlas, eran congeladas). A la nena no le han gustado mucho y ha comido poco (era la primera vez que las comía, solemos comer saludable pero como llevamos unos días muy de bajón, nos apetecía guarrear). Le he dicho que batallar con la cría para que coma procesados si no le gustan era tontería, que si quería coger un plátano y vaso de leche y arreando. Me ha dicho que cuando acabáramos de cenar, y le he dicho que mejor ahora y así cenaba con nosotros, a la misma vez (ella es muy autónoma, y come muy bien solita si nos ve comer). Pues le ha sentado mal, que me molesta verle tranquilo un rato, que por qué no iba yo. Le digo: «tío, llevo todo el día esforzándome, pero me ha pasado algo fuerte y estoy mal». Me dice que nos ha pasado a los dos, que él está mal también. Le digo que claro, pero que emocionalmente ha sido duro para ambos pero que la que físicamente lleva 6 días con dolores fuertes, escalofríos, febrícula, sangrado horrible, diarrea y volviéndome loca cada vez que voy al baño porque me da miedo ver el embrión, soy yo.
Pues se le ha ido la chapa diciendo que qué culpa tiene de que la vida sea así, que ahora como es hombre él no sufre el embarazo ni el aborto y entonces no puedo ni dejarlo cenar, que qué culpa tiene de que sea mi cuerpo el que lo sufre. Y yo: hijo, ninguna, pero precisamente por eso si te digo que le traigas un vaso de leche a tu hija, no es un drama.
En fin, que estoy muy decepcionada, no es la primera vez que hace comentarios así de «como soy hombre y sufro menos, me puedes exigir más», y es un discurso que me mosquea, porque sí, si tu mujer está embarazada, recién parida o recién abortada y se encuentra mal, creo debes poner más de tu parte, igual que independientemente de si eres hombre o mujer, si mi marido se encuentra mal por un resfriado, por una lesión o por lo que sea, yo haré más ese día, y no me quejaré ni me haré la víctima por tener que cuidarlo.
Encima me jode que lo diga delante de mi hija, porque aparte de que ver mal rollo entre sus padres es malo para ella, escucha discursos que promueven el odio entre sexos, y me parece fatal.