Sé que ya estamos de vuelta de todo, sobre todo con este tema, el caso es, que cuando te toca, creo que todas nos resistimos a creer que realmente nos está pasando.
Pues bien, os voy a contar lo que estoy viviendo.
Desde que terminé la carrera llevo trabajando en la misma empresa, me encanta mi trabajo y he conseguido hacerme un hueco importante (no solo por mi tamaño). Pues bien, hace unos meses hubo unos ajustes en la plantilla y llegaron a nuestra delegación, a parte de una jefa nueva, varios compañeros.
Todos encajaron muy bien, menos uno al que todos tachaban de chulo, creído… Yo pensé que seguramente fuera tímido y me fui acercando a el porque me jodía verle siempre solo.
Efectivamente, el chico era un encanto y bastante tímido, y estrechamos la relación.
Pero con el tiempo empezó a tomarse demasiadas confianzas, cosas que me incomodaban, tales como pasar por mi casa a recogerme para ir a la oficina, «obligarme» a tomar algo después del curro porque se había quedado esperando a que terminara (sin que yo se lo pidiera) abrazarme con cualquier excusa, y un largo etcétera.
Al principio pensaba que, por mi personalidad (soy bastante seca) esto me parecía violento y que, al fin y al cabo, eso es lo que hace la gente «normal».
Pero un día al salir del lavabo me lo encontré esperándome en el aseo de mujeres. Me dijo que tenía ganas de hablar conmigo y que no le apetecía compartirme con el resto de compañeros. Le dije que eso no estaba bien y que como entrara alguien podríamos buscarnos un problema, así que como pude, me escapé.
Esa misma semana, al acabar una larga jornada de trabajo para presentar un proyecto, salí al aparcamiento y escuché que me llamaba, me intenté hacer la loca,pero me alcanzó,me dijo que teníamos que ir a tomar algo porque nos habíamos dejado algo a medias, educada mente le dije que no, pero pareció no escucharme y se lanzó a besarme. Forcejeamos,yo con terror y él con cara de diversión absoluta, hasta que abrí el coche, me metí y salí a toda mecha.
Paré un poco mal adelante y, con las manos temblorosas, le mandé un correo a mi jefa y otro a recursos humanos.
Cuando volví a la oficina por la mañana, me llamó mi jefa al despacho, con una risita socarrona me dijo literalmente «mira, es que las feministas no están haciendo ningún favor,os han hecho creer que cualquier pretendiente es un acosador. A ver, igual tú no estás acostumbrada a una cosa ni a otra, pero de toda la vida, los chicos cortejan así» empecé a llorar de rabia y le grité lo que sentía, hasta que llamó a la puerta el vigilante de seguridad para decirme que bajara rápido que me estaba esperando la policía.
Cuando bajé, le vi detenido, porque me había destrozado el coche mientras me chillaba calientapollas, gorda de mierda, entre otras lindezas.
Por supuesto he denunciado, a él y a mi jefa los han despedido, y eso, debería haber sido el fin de mi sufrimiento, pero no, escribo esto desde casa de mis padres, en otro pueblo, porque este ser se dedicaba a pasear por mi casa, a llamar a cualquier hora a mí teléfono para amenazar,a hacer pintadas en mi oficina.
He llegado a plantearme auténticas barbaridades, pero realmente tengo miedo.
No pido ayuda, necesito ayuda de la justicia, solo necesito desahogarme.
Gracias lindas!!! Ni