Hola a tod@s!!
Os quería contar una breve historia, con intención de dejar mi granito de arena por si a alguien le sirve.
Perdí la virginidad con 19 años, pero la experiencia no fue muy buena. Aunque tenía confianza con el chico en cuestión, no nos conocíamos mucho. Le dije que era virgen pero la situación me superó y al final no terminamos bien.
El caso es que después, con cada chico que conocía, siempre me atosigaba la presión y la idea de: “mi vagina es inútil, veremos a ver cuando llegue el momento cómo lo voy (o vamos) a afrontar”. No quería compartirlo con ellos porque el hecho de hablar del tema hacía que fuese un problema real y no un simple pensamiento superfluo.
Ese miedo a ese momento íntimo me hizo evitarlo con bastante vehemencia, así que por suerte o por desgracia nunca me volvi a ver en esa situación. Hasta que años después llegó y, otra vez, volvió la presión y no se pudo consumar. Finalmente, por una razón u otra, no volví a quedar con ese chico.
Pero esta historia tiene final feliz. Ahora tengo 26 años y a lo que voy es que se supera. Es solo un pensamiento anclado en tu cabeza y que parece imposible de eliminar. Pero se puede; os lo dice alguien a quien le cuesta un mundo el hecho de dejarse llevar y dejar de pensar.
Es posible que la solución sea crear momentos cada vez más íntimos y que esa persona te importe, al menos en los primeros encuentros que se experimenten.
Quiero señalar también que yo nunca fui a la psicologa, no me diagnosticaron vaginismo, solo me compre un juguetito a modo de “terapia” y no se si fue eso lo que me ayudó o la complicidad y conexión que tuve con el chico actual.
No obstante, quería aportar mi experiencia personal y esperar que sirva a aquellas personas que aun se martirizan por no poder tener sexo sin complejos ni miedos.
Un saludo y un abrazo a tod@s.