Hola, me gustaría dejar por aquí para mí y para aquellas personas que sufrimos ansiedad algo que he escrito en uno de mis momentos más bajos, de cómo es al menos para mí.
Te observa, siempre al acecho.
Presente en el presente te ahoga.
Aparece de repente cuando no lo sientes en el pecho.
Cuando levantas la cabeza ahí están, esos ojos mirando desde lejos,
acosando con su mudo susurro, clavando sus garras y desgarrando de ti todo vestigio de armonía.
Su sombra oscura como el azabache te persigue allí a donde vayas como recordatorio.
Recordatorio del deseo de que un día desaparezca, que se esfume como el humo, del deseo de paz, del deseo de olvidar.