No sé si os está pasando a algunas de vosotras… pero yo creo que ya me voy a volver loca.
Os pongo en situación: conozco a un chico en octubre, hablamos todos los días, follamos (y muy bien, todo hay que decirlo), no somos pareja ni nada, pero yo estoy muy pillada por él… habíamos quedado para pasar el finde juntos justo cuando nos confinaron en nuestras casas. Hasta ahí todo bien; pero va y me suelta «que se da cuenta de lo mucho que le gusta estar conmigo y que me va a echar muchísimo de menos». Claramente, yo, me muero de la ilusión que me hace que me diga eso.
Bien, los primeros días de cuarentena, todo super bonito, mucho sexting (como tres veces al día, ahi a tope), me dice cosas super bonitas rollo «mi chica», «mi novia guapa»… pero estos últimos días estamos hablando menos y, claramente, el sexting ha disminuido a uno cada dos, tres días, y no es tan «apasionado» como antes…
Sé que estos tiempos son difíciles para todos, y que hay días que estamos más flojitos por la situación… y no quiero agobiarle, y mucho menos cuando, lamentablemente, hemos «empezado» nuestra relación al inicio de una pandemia…
Estoy muy rallada porque tampoco es una persona a la que le guste hablar de lo que le pasa, se cierra mucho y no quiero ser pesada… he optado por dejarle un poco de espacio y que me hable cuando lo necesite… pero, ¿y si es que se ha aburrido de mí?
Me he dado cuenta de que, con tantas facilidades de comunicación y de estar en contacto los unos con los otros, es ahora cuando menos comunicados estamos… antes, cuando no había WhatsApp ni nada, dábamos toques, escribíamos mensajes que eran jeroglíficos y llamábamos por teléfono… ahora lo vemos todo tan fácil, que no apreciamos lo cerca que tenemos a las personas.
Estar tanto tiempo aquí encerrada me está pasando factura.