Sí, hija, es un drama. Perfectamente puede ser que, sin darse cuenta, pasen un día sin consumir productos de origen animal, pero claro, como se te ocurra «obligarles…». Nada, yo me caso en unos meses, están todos avisados, es todo vegano, si alguien se desmaya ya le reanimaremos. En fin, que si en mi vida diaria no financio productos de origen animal, mucho menos iba a hacerlo en mi boda. En mi caso, la mayoría de la gente ya lo ha entendido, casi todos ya imaginaba que iba a ser así, les parecía lógico. Es más, muchos están entusiasmados por poder probar platos 100% vegetarianos. Pero, como en todos los contextos en esta vida, los que están en desacuerdo hacen «más ruido», por ese parece más grave. Espero que mi testimonio te ayude. En mi opinión, si vas en contra de tus valores para contentar a una o dos personas, después te vas a sentir mal.

Y añado, los platos veganos pueden ser asquerosos o estar muy ricos, como cualquier tipo de comida. A las que decís que no les va a gustar.. pasaros por un restaurante vegano, a ver lo asqueroso y traumática que os parece su comida… vaya tela, de verdad.

A los invitados les preguntas si quieren los manteles blancos o azules? O si prefieren escuchar jazz suave o música comercial? No, verdad? Es vuestra boda. Si vosotros sois vegetarianos y queréis un menú vegetariano adelante!! Me encanta la decisión!!!

Surrealista los que dicen que, como a vosotros os dan la opción de vegano, vosotros también tenéis que dar opción de carne. A ver si os enteráis: una cosa es que tú no quieras comer algo por tus gustos personales, y otra es que no lo puedas comer, por tus creencias, intolerancias, etc. Un omnívoro puede comer verduras; un vegetariano no puede comer carne. Punto final. No he ido a ninguna boda en la que se cambiara el menú a gusto de la gente, los invitados no son niños pequeños. El simple hecho de pediros que pongáis algo que va en contra de vuestras creencias me parece una falta de respeto enorme. Y lo del precio del menú, vale exactamente lo mismo. Pagar menos porque no ponéis marisco es como si pagas menos porque no bebes en la barra libre o no vas a bailar en la discoteca.

A tod@s los que dicen que tendrían que ofrecer opciones con y sin carne porque hay que adaptarse a los gustos de los demás: imaginemos que os invitan a una boda de una pareja musulmana. ¿Exigiríais que hubiera jamón y cerdo por si a alguien se le antoja? Ni se os ocurriría, porque no es cuestión de gustos, sino de creencias religiosas.
Pues el vegetarianismo es lo mismo: no es que no guste la carne, sino que es una creencia con un precepto primordial: no matar animales. Al exigir que haya opciones para daros el gustazo a vosotros, les estáis pidiendo que renuncien a su creencia, a sus valores.
Si los novios deciden ofrecer carne porque no les importa, pues bien, pero si no, hay opciones fantásticas de muy alta cocina con las que ni se echa de menos la carne. Y si hay gente que no viene por el menú, dejarán claro que para ellos es más importante comer un filete que compartir uno de los días más especiales en la vida de sus seres queridos con ellos.