Probablemente ahora ni te acuerdes de mi pero aunque no lo sabes hace ya unos 10 años (puede que alguno más) hiciste que algo dentro de mi hiciera «clic» y para bien.
Esta es mi historia:
Nunca me sentí la guapa ni de la clase, ni de la cuadrilla, ni de ningún lugar en general. Siempre era «la amiga gorda» de la que hasta sus propios «amigos» se reían.
Por cosas del destino acabé en un grupo de tiempo libre en el que nos juntábamos para jugar y conoces mas niños.
Un año, nos fuimos de campamentos y estuvimos en una casa que recuerdo con mucho cariño. La casa tenía una piscina y nos dijeron que teníamos que llevar traje de baño.
Y ahí es donde yo dejaba de estar a gusto, no tenía mas de 13 años y no me había puesto un bikini en mi vida, hasta donde yo recordaba. Aquel año no iba ser diferente.
Pero el primer día de piscina me puse mi bañador y me miraste extrañada por que era la única que no llevaba bikini.
Me preguntaste que por qué llevaba bañador y debí contestarte algo tipo «por que no me gusta mi tripa» o «por que no quiero que se me vea la tripa» o algo así.
Tu respuesta fue «no hagas caso de lo que te digan o piensen los demás, tu ponte lo que quieras que no pasa nada».
Gracias a ti nunca mas he vuelto a ponerme un bañador por miedo a que la gente piense que estoy gorda.
Y de verdad que te lo agradezco mucho porque aquello es algo que recordaré siempre.

MUCHAS GRACIAS