Quería contaros mi historia porque soy consciente de que muchas os encontráis en situaciones parecidas. Con esto no quiero decir que sea siempre así pero no quiero que ninguna otra chica pase lo que yo y aguante carros y carretas por cosas así.
Os cuento: Llevaba casi un año con un chico a priori encantador, la relación funcionaba bastante bien aunque claro, siempre hay alguna cosilla. Los primeros meses eran todo felicidad, no discutiamos para nada.
Él era un chico que anteriormente siempre había tenido relaciones de estas de internet, de verse poquisimo o nada. Por otro lado, llevaba más tiempo que yo en Tinder, donde nos conocimos, y seguía hablando con alguna chica. Evidentemente, no me gustaba que hablara con otras pero es que lo demás iba tan bien y me demostraba tanto que yo intentaba apartarlo.
No obstante, había una chica en particular que desde un principio me hizo saltar las alarmas. Supe de ella un par de meses después de iniciar la relación. Era una chica de la otra punta de España con la que llevaba más de dos años hablando. Por cuestiones que no se, nunca habían quedado, pero tenían sentimientos uno por el otro.
La chica se le declaró un domingo después de que yo me fuera de su casa y él me lo contó como fardando. Él me decía que ella sabía que estaba conmigo y que no pasaba nada pero por otro lado me confesó que siempre le había gustado esta chica. Incluso me dijo que era más guapa que yo y que estaba muy buena.
Yo me cabree un montón pero el no entendía mi enfado. Me decía que no sabía que tenía de malo hablar con una amiga. Yo desde mi punto de vista no la veía como una simple amiga, porque hay amistades y luego esta esto. Con otras amigas suyas no tenía problema pero esta la tenía cruzada (y con razón).
Era tanto mi enfado que él dejó de hablar con ella para conservarme a mi pero más de una vez le pillé hablando con ella (estando yo en la cama). Me sentaba como una patada en el culo y él encima se enfadaba conmigo por enfadarme yo. Me echaba por cara que le prohibiese hablar con ella (no fue exactamente así, porque yo no se lo pedí explicitamente, aunque si le dije que yo ya no hablaba con chicos del tinder porque no tenía necesidad y que no veía lógico que él tuviese tanta obsesión con hablar con ella).
Era tanta mi preocupación que ya solo podía pensar en ella. Si lo veía con el móvil pensaba que hablaba con ella, si se encerraba mucho rato en el lavabo y cosas así. A lo que él me decía que estaba loca una y otra vez. Que era una paranoica, que vaya cosas de pensar, que vaya controladora, posesiva, insegura, loca, enferma… por pensar que era malo que hablara con una amiga.
Todas mis sospechas de nuevo fueron ciertas porque le pillé. El colega cambió su nombre de whatsap y le puso nombre de tio para seguir hablando con ella, así que todo aquel tiempo que yo viví preocupada tenía razón.
Me cabree tanto que cogí mis cosas y me fui. Él me suplicó que volviera y me pidió perdón y que no lo volvería a hacer. Yo insistía en decirle que no entendía como prefería arriesgar nuestra relación por una persona que no conoce ni en persona, que es todo blablabla por whatsapp, de verdad que no lo podía entender.
Además ella iba metiendo mierda de por medio. Decía que yo parecía un tio (por una foto que subí con una camiseta de rock y pelo recogido). Total, que tenía la mosca detrás de la oreja todo el rato y no entendía como siempre ganaba ella.
Después del perdón y mi regreso, aguantamos bastante bien dos meses más. No había rastro de ella, yo confiaba más en él pero en algunas ocasiones aún me despertaba sobresaltada cuando veía que estaba con el móvil.
Al final, nos fuimos distanciando, ya ni nos tocabamos ni nos comunicabamos y la relación se iba al garete. Al final él me dejó alegando que le agobiaba la convivencia y yo me fui sin impedirlo. Yo también veía que era lo mejor.
Lo bueno viene ahora:
Después de dejarlo, como lo dejamos más o menos bien, seguíamos hablando hasta que un día, empezamos a discutir otra vez y me soltó que esta chica se venía a vivir con él. ¿Hola? No hacía ni una semana que lo habíamos dejado. No se conocen en persona. ¡¡No se conocen!! ¿cómo se va a vivir con una tía que no conoce de nada? y más él que se agobia conviviendo. En el piso donde estuvimos viviendo juntos él y yo. Yo no entiendo nada.
Pero con eso quiero decir que no estamos locas. Cuando sufrimos así, cuando tenemos estos celos, es por algo. Por que nos dan motivos. No es la primera vez que me pasa, en otras relaciones he sido celosa, pero porque también me han dado motivos. En cambio, con otras relaciones no he sido nada celosa porque me han respetado y no había otras de por medio.
Llegué a pensar que si era cosa mía, que estaba enferma, que estaba loca, pero no amigas. Una vez más la vida me da la razón, pero me parece muy patético todo.