Hola guapi, A mí siempre me ha pasado un poco lo mismo y es muy frustrante. Hace ya unos años hice un curso de crecimiento personal y autoconsciencia en el trabajo y a los que asistimos al curso nos hicieron una batería de preguntas llamada eneagrama. Según las respuestas que das sale a relucir cual de los 9 tipos de personalidad es predominante en ti. A mi me salió el tipo 2 «el ayudador» y a continuación me pasaron un dosier de 30 pàginas sobre este tipo de personalidad. Y al menos a mí me hizo reflexionar mucho sobre por qué tengo esa necesidad de ayudar y dar y cómo ven los demàs esa ayuda. Lo que a ti te parece dar a otros quizàs les parece meterse donde nadie te llama. Te invito a que busques sobre este tema y sobre la necesidad de ayudar. Un abrazo

Cuando deje de tirar del carro de mis amistades dejamos de hacer planes, conclusión los amigos no existen solo gente con la que compartir algunas cosas de ocio, lo demás familia y/o pareja.

Hola, te entiendo, yo también me he sentido así y he pasado por ello.
¿Como he conseguido llevarlo mejor? Con el tiempo y dándome cuenta de que por un lado es culpa mía por cuidar más de los demás que de mi misma (y esto es lo primero que debemos es cuidarnos) y por otro lado, el problema lo tienen quienes no valoran el esfuerzo que se hace.

Piensa cuando hagas algo que nadie está obligado a nada y que si lo haces es porque te genera un beneficio personal (sentirte bien) y ya. Que te viene de vuelta, genial; que no, pues tú feliz porque has sido tú y has actuado como creías.

Y además, aprende a decir NO que también es gratificante, es el principio del automimo.

Cuando empiezas a priorizarte los demás también cambian y empiezan a tenerte más en cuenta.

Y ya por último, si hay quien solo pide y te exige y luego no te demuestra ni el más mínimo valor o amistad, dale puerta. Cuesta al principio pero es una liberación con el tiempo, porque esa gente suelen vampiros emocionales y energéticos.

Ánimo y date el valor que te mereces. Esfuérzate en proporcionarte a ti misma, con la misma pasión y alegría que a los demás, porque lo vales.