Pues no sé mucho pero sospecho que Lilly no es madre o si lo es, pues muchísima suerte en cuanto a crianza (:
A ver, que aquí la muchacha NO está diciendo que va a romper la amistad PARA SIEMPRE, está diciendo que de momento. Si habla mucho sobre el tema o no tampoco debería ser un problema porque cuando te vuelves madre todo, ABSOLUTAMENTE TODO cambia y el mundo por lo regular se vuelve sobre tu criatura.
Los comentarios tipo “Pobre criatura, seguro se queda con antojo”, “Pobre criatura no le das nada para disfrutar” son y serán siempre molestos (: simplemente porque dentro de esos comentarios ya hay algo que te juzga y a tus decisiones como madre y quien me diga lo contrario es porque está dentro del tipo de persona imprudente y que cree saber que es lo mejor para los demás únicamente por sus creencias.
Criar a un hijo es una responsabilidad muy grande si ya decidiste tenerlo, amarlo y cuidarlo, entre todo esto está el hecho de informarte bien sobre TODAS las cosas que le hacen bien y que le hacen mal.
“Siempre se ha hecho así y mírame , estoy zanitha” en realidad muchas de las enfermedades y problemas estomacales que sufrimos durante y después de la adolescencia se debe a la clase de alimentación que tuvimos durante nuestros primeros años de vida. El estómago de los bebés no procesa la comida como un adulto y es por eso qué hay tiempos para introducir ciertos tipos de alimentos. Lo natural siempre será mejor.
Las cosas que hicieron con nosotros de bebés suelen mostrarse en nuestra edad adulta como simples problemas de columna, rodillas, acidez estomacal, gastritis, etc, etc. Y no, no digo que sea solo culpa de lo que nos dieron de pequeños pues muchas cosas nos las generamos de adultos también pero siempre será mejor tratar de hacer las cosas bien con nuestros para que no tengan tantos problemas a futuro como nosotros y puedan vivir un estilo de vida más sano y pacifico.
Por ejemplo, mi niño tiene 11 meses y todo mundo se molesta porque para su cumpleaños no lo dejaré comer pastel y lo máximo que come es una galleta María. Todos me miran con cara de “No lo dejas comer dulces pero tú estás obesa y comes lo que sea” y es exactamente por esa razón que hago lo que hago. Porque no quiero que él crezca pensando que no batallo con mi peso, que las frutas o verduras son malas, que está bien tener excesos y hundirte en sodas y dulces cuando tienes depresión.
En uno está el ejemplo, yo cada día quito y quito todo eso que la ansiedad me pide a gritos solo porque quiero que mi hijo vea más grande que también pude contra lo que hace daño.
Muchísimo ánimo, rodéate de una manada que te apoye, escuche y te instruya en lugar de hacerte sentir mal o te critique. Aplica con familia y amigos. Aplica a ti misma.
Confía en ti y en qué haces lo mejor para tu peque, hazle ver qué hay muchas cosas mejores que lo que piensa que se pierde.