Pues eso, que no sé si es por el confinamiento o por alineación de astros, pero aquí estoy, escribiendo después de haber estado tres horas con mi ex en poscición horizontal.
Nos conocemos desde los 14 años, y después de ser los mejores amigos, pasamos a ser pareja, y los mejores amantes, pero no es oro todo lo que reluce, y acabamos en una relación tóxica, por parte de ambos. El caso es que estuvimos años sin saber el uno del otro, rehicimos nuestra vidas ( matrimonios, hijos, divorcio por mi parte,…) pero como seguiamos teniendo amigos en común, con el tiempo volvimos a tener contacto, aunque siempre fué muy brusco, acabábamos hablando del daño que nos habiamos hecho mutuamente, y por una cosa u otra, nunca recuperamos una relación ni siquiera de amistad. Hasta que los astros se alinearon y un par de semanas antes del confinamiento, un mensaje, un quedamos y lo hablamos cara a cara,…Quedamos y todo fué muy fluído, muy fácil, hablabamos el mismo idioma y con calma después de muchos años, era como si volvieramos a ser los mejores amigos que fuimos en su día, nos reiamos, compartiamos secretos,…y al final el encuentro los abrazos, esos que no se dan a cualquiera, esos que no te los da cualquiera. Y después de los abrazos un par de besos, de esos que no se los das a cualquiera ni te los da cualquiera. No fué nada artificioso, ni buscado, surgió de forma natural.
Después siguieron los mensajes por movil, ambos un poco sorprendidos de lo bien que había ido todo, y de cómo parecia que hubieramos ido atrás en el tiempo. Y en eso que llegó el cofinamiento, por lo que el contacto fuera del nucleo del hogar era imposible, Siguieron las conversaciones por teléfono. El trabaja en sector prioritario, por lo que podía salir de casa, y un día que yo estaba en casa sola se pasó. Después de dos hora hablando, y comprobando que el ambiente era igual de bueno que en el último encuentro,..volvieron los abrazos, y de ahí los besos, y de ahí…a la cama. Es difícil explicar, volver a sentir esa complicidad, esa intimidad, esa conexión,…con alguien a quien has querido tanto, y creías haber olvidado. Enseñar como has cambiado, como ha cambiado el otro, pero aún y así reconocer a la persona que tanto quisiste y darte cuenta que ese amor que hubo en su día sigue teniendo su sitio, su espacio, que no desapareció. Que aunque no lo quieras como pareja, le puedes amar y dejar que te amen. Que el amor no se define, se siente, se comparte, se transforma, se reinventa,…
Nos hemos vuelto a ver dos veces más, y estamos en un punto en que ni somos capaces de hablar de lo que nos está pasasando, sólo estamos de acuerdo en lo bien que estamos cuando estamos juntos. No hay ayer ni mañana, sólo aquí y ahora.