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Le arruinó la vida

Os voy a contar lo que está pasando mi prima Macarena en estos momentos sin ser responsable de nada y cómo nos puede cambiar la vida, de la noche a la mañana. Macarena lleva cinco años con Miquel (nombres cambiados). Cuando se conocieron, él trabajaba en una asesoría y las condiciones no eran muy buenas. Mi prima intercedió para que trabajara en la empresa de su padre con mejores condiciones. Y así fue, las malas lenguas decían que este chico había caído de pie, porque le gustaba trabajar poco y figurar mucho.  A los dos años de esto, mi tío sufrió un infarto y murió. La empresa quedó a nombre de mi prima, que era la única hija. Ella es maestra y no quería dejar su puesto para ocuparse del negocio familiar. Por lo que llegaron al acuerdo, que ella era la gerente y su novio llevaría el control, porque ya tenía experiencia.

Poco después compran una casa y la ponen a nombre de él, por si algún día pasa algo con la empresa, que no les peligre la casa, lo mismo con el coche de alta gama que él se compró. Parecía que el negocio iba viento en popa, por el nivel de vida que estaban cogiendo.  

Ella pensaba, que su padre estaría muy orgulloso de ver como el negocio obtenía tantos beneficios, gracias a la buena gestión de su chico. Viajes, ropa, cenas, caprichos…. Todo estaba permitido. Si es verdad que él cada vez, pasaba menos tiempo en casa, con la excusa que un buen jefe tiene que estar al frente y controlarlo todo. Y a ella le parecía muy bien la implicación de él en el negocio familiar. 

Hasta que hace un mes más o menos, que le llegó una carta certificada del banco, del impago de la hipoteca de un inmueble. Ella no tenía ni idea de la existencia de ese piso y le pareció raro. 

Llamó a su marido y no le cogió el teléfono y llamó a Rosa, la secretaria de su padre para preguntarle si estaba en la empresa. Rosa que conoce a Macarena desde que nació, le dijo que no lo había visto en todo el día. Ella le preguntó si conocía que la empresa tuviera ese inmueble. Rosa se puso muy nerviosa y le dijo que llevaba tiempo que quería habla con ella y no se atrevía. Porque por el cariño que su familia le había dado ella tenía que ser leal. Quedaron un rato después en una cafetería cercana y le confesó que el negocio estaba al borde la quiebra, que las cartas de hacienda, seguridad social y proveedores se amontonaban en el despacho. Que les debían la nómina de los últimos tres meses a los trabajadores y que su novio hacía dos semanas que no aparecía por allí. 

Totalmente rota, porque no sospechaba lo más mínimo, sino al contrario, se dirigió a la dirección del piso en cuestión. Le abrió un chico un poco más joven y al preguntar por Miquel, él salió de la cocina con dos platos en la mano. 

El negocio de su padre en la ruina, las deudas por miles de euros, engañada de todas las formas posibles, sin casa y metida con un gabinete de abogados a ver por dónde puede probar su inocencia frente a los deudores y poder salir adelante.

Dani D