Reproducimos un testimonio que nos llega a [email protected]
Ya os conté en el foro hace un tiempo, que puse a mi ex los cuernos y no me arrepiento, bueno pues ahora os cuento lo que hacía también por él, algo que jamás me perdonaré y que me ha costado más de 13 años aceptar. Os hago un breve resumen y os pongo en contexto.
Cuando tenía 16/17 años, empecé con un chico que me encantaba, yo le veía normal, hasta que le conocí y me adentré en su mundo negro. Estaba ciega con él, me decía cosas muy heavys como, no te vistas así, no te juntes con tal y su frase estrella; me arrepiento de no haberte puesto los cuernos. En resumen, era un chico muy tóxico, hasta su madre me lo advirtió. Él fumaba porros y cuando salíamos por ahí básicamente era para eso y para pillar sus mierdas e ir con su gentetuza. Nosotros vivíamos lejos el uno del otro, a una hora y media más o menos. En esa época, éramos muy jóvenes y no teníamos coche ni nada, entonces yo para ir a verle, tenía que coger un autobús, ir a la ciudad y de ahí coger un tren. Recuerdo que cuando llegaba a su pueblo, venìa su santa madre a por mi, a la estación de tren (cuando podía) y cuando no, pues o bien iba caminando hasta su casa que era unos 4 km o un día, hice auto stop, y unos señores mayores me recogieron, me llevaron y no sabéis el pollo que me lió por haber hecho eso.
No se muy bien si me lió ese pollo por que eran hombres los que me habían acercado o porque en realidad le daba miedo que me pasara algo, pero claro, si nadie me viene a buscar y yo con la maleta enorme que llevaba, pues fijaros, como para ir andando. El caso, es que era una persona muy despreciable, me os cuento que cuando fue nuestro aniversario (de no sé cuánto tiempo) le regalé unos bombones y le puse velas y pétalos de rosas por un pasillo y al final de ese pasillo, ponía con pétalos te quiero. Pues ese día en el bar donde encontró trabajo y donde yo le preparé eso, porque le tocaba trabajar, había una mini fiesta.
Venían amigos, amigas y gente que yo no conocía. Cuando le di los bombones, fijaros si era despreciable, que cuando los abrió lo primero que hizo fue, buscar a una chica que él sabía que a ella le gustaba y le ofreció comer los bombones con él (que pena que en ese momento era una chica rota) y no supe reaccionar, solo lloré y me fastidió la sorpresa, encima se lo dije y me dijo que no era para tanto, que eran unos simples bombones y que no era importante, que no me pusiera así. Lo que él no sabía (o si, no lo sé) es que esa sorpresa, esos viajes que me hacía para ir a verle, pasar tiempo con él y que él tuviera dinero para sus “cosillas”, se lo cogía a mis padres sin que lo supieran (no sabéis cuánto me arrepiento).
Me ha costado muchos años, una depresión y una anorexia nerviosa, el superarlo. Porque nadie sabe, lo que te puede marcar una persona y lo que puede cambiarte la vida. Gracias a esa experiencia, he podido moldear la mujer que soy ahora.