No sé ni por dónde empezar. Supongo que por la parte más cercana… Mi madre. Es esa mujer que de pequeña nos cuidó, pero por problemas de depresión, enfermedad y por tener un carácter infantil, inmaduro, egoísta y absurdo, nos dejó a nuestra suerte a mi hermana y a mí. Mi padre se marchó y se desentendió, y mi madre vio lógico ponerse a fumar porros en vez de buscar un trabajo. Así que empecé a buscarme la vida con 16 años para poder comer. Crié a mí hermana pequeña, fui incluso a las reuniones escolares. A medida que fui creciendo, los problemas en casa también, al punto de que mi madre incluso me robaba dinero para sus mierdas, nos desahuciaron dos veces, y una larga lista de «putadas». Así que como medida desesperada, encontré un trabajo a los 24 años y me marché de casa, y corté contacto con ella durante años, sólo aparecí en fechas señaladas o a visitar a mi hermana.
En ese trabajo conocí al que hoy es mi marido y padre de mis hijos, un hombre ideal, atento, cariñoso, y muy, muy trabajador y con una voluntad de hierro. Él me dio la estabilidad que necesitaba. Al principio de novios, tenía un trato cordial con mi suegra. Me parecía una señora peculiar, no mala aunque mi chico ya me avisó, siempre dio muestras de tener un carácter narcisista, también infantil, de querer ser el centro de atención, y que su trabajo como madre dejó mucho que desear… pero en fin, no me parecía que fuera para tanto…
Todo cambió con mi primer embarazo, a los 29 años. Mi madre quiso volver a mi vida, quería ser abuela de esa niña, y bueno, me dio pena negar el contacto de mi hija con ella, así que de vez en cuando, empecé a llevarla a su casa. Ella estaba arrepentida de cómo se había comportado, incluso me devolvió algo de dinero, pero su comportamiento infantil y egoísta sigue ahí… No aguanto con ella más de dos horas. En cambio, mi suegra sacó a relucir su verdadera cara… Yo ya no era la «novia» de su hijo. Iba a ser la madre de sus hijos. Lo vi en sus ojos el día que le dimos la noticia: no se alegró, ella ya no iba a ser la persona más importante en la vida de su hijo. A partir de ahí empezó a intentar humillarme. Exigía ser el centro de atención, ni siquiera vino el día que nació su nieta «porque se quedaría el perro solo». Me acusó de embaucar a su hijo para sacarle un bebé. Llegó un punto en el que en las reuniones familiares, yo no hablaba ni la miraba, porque cualquier cosa que yo dijera se convertiría en una carnicería, me ha gritado, me ha insultado, pero siempre cuidando que no fuera delante de su hijo (menos mal que él sabe cómo es su madre y me cree). Así que de nuevo, puse tierra de por medio. Cuanto menos la viera, mejor.
Ahora, desde hace un año, ha habido otro giro de acontecimientos. Me volví a quedar embarazada. Mi suegra empezó a comportarse aun más raro… El resultado de las pruebas es concluyente, tiene demencia con 65 años. El avance ha sido muy rápido, está acumulando cosas, se niega a ducharse (cuando ella siempre ha sido muy coqueta), y se ha vuelto muy, muy agresiva, ha empezado a pegarle a la gente, etc.
A esto vamos a sumarle que mi madre, que tiene la misma edad, y además ya tiene la invalidez por otro lado, está empezando a comportarse incluso peor que mi hija de 6 años, le dan rabietas, se niega a ponerse la mascarilla… Mi hermana se ha ido a la otra punta del país por trabajo, y el domingo fui a ver a mi madre para echar un vistazo, y con la ola de calor que hacía, me la encuentro en la calle con camisa de manga larga y una rebeca. Al mediodía. Fuimos a un parque con los niños y de repente la veo poniendo el carrito con el bebé a pleno sol. La lié parda, según ella hacía frío para el niño para justificarlo…
¿Qué me ocurre ahora? Que me encuentro un panorama desolador. Mi madre es de otro país y aquí no tenemos a nadie más. Se está chalando y la veo por el mismo camino que mi suegra. Mi marido no está consiguiendo gestionar lo que le ocurre a su madre. Y ahora veo que las dos personas que quería mantener lejos, nos las vamos a tener que comer con papas. Porque ¿Qué vamos a hacer? ¿Abandonarlas a su suerte?
Por el momento, a mi madre sólo la dejo coger al bebé bajo mi estricta supervisión y la voy a ver una vez en semana para revisar cómo va, porque ni siquiera come, y a pesar de que a mí marido le duela, le he prohibido que su madre esté en contacto con los niños, me parece muy peligroso arriesgarme a que se le vaya la pinza mientras estén con ella, así que también tiene que ir a ocuparse de ella a su casa. Esto me agota muchísimo mentalmente, hace dos días él tuvo que salir corriendo de casa porque los vecinos le avisaron de que le estaba dando otro brote de agresividad y le pegó a mí suegro, que el hombre el pobre no da para más.
En el fondo me gustaría desentenderme de ambas, mandarlas a la mierda como hice ya en su día con cada una de ellas, nos han dado más problemas en esta vida que las que nos han solucionado como progenitoras, y ahora resulta que tenemos que hacernos cargo como hijos suyos… tengo miedo que esto empeore (que es un hecho), no puedo ni quiero meter a ninguna en mi casa…
En fin… Gracias por leerme, al menos me ha servido de desahogo ❤️