Buenos soy una chica talla 50 que normalmente suelo ser el consuelo de todos, de los rechazados y de las rechazadas. Soy la amiga divertida, simpática y GORDITA. Aunque la definición no suele ir en ese orden. Si que es verdad que cuando tengo problemas no suelo acudir a los demás porque no me gusta victimizarme, ya me he sentido asi toda mi infancia y parte de mi vida adulta. Así que ahora intento positivizar todo lo que me pasa, aunque con tantas hostias amoriles a veces me planteo hacerme monja.
Pero hace dos veranos decidí irme de viaje sola, pensé que seria una manera de conocerme a mi misma y de que alguien me quisiera conocer a mi y no a la amiga de la buenorra. Así que me fui a Menorca isla preciosa y con playa a ver si era capaz de superar traumas del pasado y ponerme en bikini, porque el topless o ir en pelotilla picada era impensable, pensad que tengo casi 35 años y nunca me atreví a ir en bikini, pantalón corto o vestido por diversos motivos no solo por mi poca autoestima. Al grano que me lío, pues eso que me planto allí en una isla que no conozco y alquilando un apartamento y un coche para recorrerla. Los primeros días me aclimate gracias a mi anfitriona una mujer joven de cuarenta y pocos divorciada con dos niños que me enseño calas cercanas, me llevo a comer a varios sitios y me presentó a sus amigos.
Entonces un dia que fui a la playa, si señores yo solita,conozco a un tio. Un divorciado con unos ojos azules en los que me perdi. Bueno como soy una cagada ni el número le di, hablar, eso sí por los codos, porque si me pongo nerviosa no paró. Cuestión que casualidades de la vida por la noche ese mismo día salí de fiesta, con un amigo de mi anfitriona, el cual os informo no estaba nada mal. Allí estaba yo en una nube en un día dos hombres se habían fijado en mí, era literalmente un sueño. Me reía, hablaba, bailaba, bebía, cantaba… era yo misma, me daba igual si le gustaba a él o no, o si le importaba a alguien, me lo estaba pasando bien. Entonces empezamos a enrollarnos y de repente una llamada de la naturaleza me obliga a salir corriendo al baño, a hacer aguas menores, eh!. Y de repente saliendo del baño como quien no quiere la cosa, alguiem me coje del brazo y me tira hacia él. Si exacto mi chico de la playa, joder fue un, en serio?. Me mira y simplemente me dice: que bien me moría por verte y besarte. Total que me deje llevar, hacia tiempo que un hombre con solo besarme no me hacía sentir así. Chicas que solo nos besabamos y ahi dios mio por mi se podía acabar el mundo. Imaginaos que ni me di cuenta que íbamos camino a su casa. Dejando al otro alli. Bueno nos faltó noche, disfrute cada minuto, y él supongo que tambien, la verdad que fui totalmente egoísta. Busqué mi placer, des del minuto que cero, ni me acordé de mis complejos, entre orgasmo y orgasmo solo pensaba en que no se hiciera de dia. Por la mañana, seguimos total yo estaba de vacaciones y el tenia fiesta, cosa que me alegro el dia.
Al mediodía muertos de hambre salimos a comer, con tanta mala suerte que me encontré que mientras el compraba un helado y yo lo esperaba en la puerta pasa el pobre que deje en la discoteca. Pues el caprichoso destino, y resulta que se conocen. Sin ningún problema pasamos de comportarnos como una pareja a comportarnos como coleguitas, cosa que a mi vergüenza, lo agradeció. Iban pasando los días y entre uno y otro, me endulzaron las vacaciones. Fue una inyección de autoestima, no se si fue eso, o ser yo misma, o sentirme deseada, no se que fue pero chicas no habia ligado tanto en mi vida. Quedaba con extraños para cenar, ir de copas incluso para ir a la playa, casi no me lo creía. Eso sí por la noches quedaba con mi chico de playa y el amigo de mi anfitriona. Y entonces de repente mi anfitriona tiene la gran idea de organizarme una cenita de despedida, si en todo ese tiempo ella se convirtió en mi confidente, mi amiga, ella me hablaba del cabrón de su ex que había rehecho su vida con una jovencita GORDA. Cosa que ella llevaba fatal porque era un pivón y no lo entendía, cosa que hacía que la odiara en secreto por como hablaba de ella.
De repente mi penúltima noche tenía a mis dos hombres en la misma mesa, en la misma casa, por suerte el chico de la playa simplemente se hizo a un lado y el otro me presento como su novia, cosa que me confundió y me agobio. Y claro empecé a beber, no en exceso pero lo suficiente como para necesitar aire, salí al balcón y detrás de mi chico playero. Me miro y me dijo que quería decirme algo importante, pero antes empezó a besarme, como si fuera si el mundo se fuera a acabar al dia siguiente. Estábamos tan a lo nuestro que no vimos entrar a mi anfitriona, hasta que cogió a mi hombre y empezó a insultarlo. Cosa que hizo que todos salieran, entre grito y grito, mi chico de la discoteca empezó a pegarlo.cuando me quise dar cuenta se estaban peleando y mi anfitriona me llamaba de todo menos bonita. Por si no lo habéis deducido era yo la jovencita GORDA, si queridas el destino se rió de mí en mi cara, tanto que se hizo pis encima seguro. Mi hombre de la playa era el ex de mi anfitriona cosa que iba a explicarme pero no hizo. Mi ultimas dos noches las acabe en casa de un amigo con el que a parte de muchas cosas teníamos en común el odio a los hombres, porque después de lo que me había pasado, no quería nada con uno en mucho tiempo. Y si os pica la curiosidad en esos dos días los tres me quemaron el teléfono a llamadas y whatsapps, pero yo hice lo que mejor se me ha dado toda mi vida encerrarme en mi caparazón, hasta dia de hoy.