Hola, chicas:
Tengo una duda y me gustaría saber vuestro punto de vista. Estoy embarazada de tres meses, y si bien hasta ahora siempre había querido que mi marido me acompañara en el parto, ahora tengo mis dudas. Es un buen hombre y me consta que está ilusionado con el bebé, pero tiene un defecto: le cuesta muchísimo empatizar. Si tengo molestias en el embarazo, del tipo que sea, su respuesta es «eso no es nada» o «hay otras que están peor». He hablado con él y me dice que es su manera de quitar hierro a las cosas, y que no debería quejarme porque peor es tener un cáncer terminal. Cuando le he comentado mis miedos acerca del parto, que creo que son los normales en una primeriza, me dice que bueno, que mi cuerpo está preparado para ello, así que no será para tanto. Que lo pasaré mal unas horas y ya está. Y, la verdad, cada vez me apetece menos que me acompañe. Sé que no debería decir esto porque es el padre y tiene derecho a asistir al nacimiento de su hijo, pero me preocupa acabar enfadada con él porque probablemente empezará con su cantinela de «deja de quejarte, que no creo que duela tantísimo, y ya queda cada vez menos». Sé que acabaré hasta las narices y que no puedo esperar que cambie, porque al fin y al cabo él no es el que pare y no entiende lo que se siente, pero no me apetece lidiar con sus comentarios mientras estoy sacando de mi cuerpo un bebé.