Sé que es un tema del que se ha hablado muchas veces en esta página, pero este mismo fin de semana quedé con una amiga a la que no había visto en años y vengo a reafirmar este hecho, la gente escuda su gordofobia en su supuesta preocupación por nuestra salud, cuando al fin y al cabo eso les da muy igual.
Yo siempre he sido una chica delgada, de hecho vestía la talla 38 hasta este año, en el que fui madre, comencé a tener problemas de ansiedad y ello me conllevó a subir de peso. Para que os hagáis una idea, ahora mismo visto una 48 y, aunque al principio sí que me lo tomé bastante mal, ahora que sé que estoy sana pero que simplemente mi cuerpo ha cambiado… Me veo bien y soy realmente feliz.
El caso es que quedé con esta chica que por trabajo ha vivido mucho tiempo en el extranjero, y tras un primer contacto la noto incómoda, como que no deja de mirarme de arriba a abajo. Le pregunto si va todo bien y me dice que está preocupada por mí. Que ya había visto en rrss que estoy más gordita pero que al verme le parece preocupante. Le digo que estoy sana, que simplemente mi cuerpo ha cambiado pero que estoy bien, y yo creyendo que ahí se iba a quedar el tema, bien equivocada que estaba.
Estábamos en una terraza, me pido una cerveza y le propongo compartir unas bravas. Me dice que casi mejor no, y me recuerda que la cerveza hincha y engorda un huevo. Me lo dice ella, con la que me he bebido hace años litros y litros de cerveza. Me da la risa y le digo que gracias por el apunte. Decido que las bravas entonces, me las como yo sola. No me quitó ojo de encima. Cuando terminé el plato me lanza un discurso sobre una nutricionista top que ella conoce, que puede hacerme precio si quiero. Y cuando ya no sé cómo hacerla cambiar de tema por las buenas, le digo que a ver en qué momento le he pedido yo su opinión sobre mi gordura.
Entonces empieza que si la salud, que si mírate, que si con lo mona que tú eras… Gordofobia de la buena. Y lo dice mientras le da otra calada a su cigarro (yo, por lo meno, no fumo). Acabo diciéndole que si tanto le incomoda mi físico, con evitar quedar conmigo lo tiene solucionado. Se indigna y me dice que solo se preocupa por mí. No querida, no estás preocupada por mí, estás preocupada porque mi gordura, mi cuerpo, no te gustan, porque me preferías cuando estaba delgadita, como tú, ahí sí compartías bravas conmigo, bebías cerveza y fumabas como si no hubiera un mañana.
Una persona menos con la que quedar. Me da pena, sí, pero el que no me quiera como soy, ya sabe dónde está la puerta.