Hola chicas, soy lectora habitual de Weloversize y vengo a contaros algo que me ha pasado recientemente que me ha dejado flipando y bastante descolocada. Sed completamente sinceras, pero no seáis muy duras conmigo por favor. Si a alguna le ha pasado lo mismo por favor decidme que habéis hecho al respecto.
Os pongo en contexto: hace ya algunos meses conocí por Tinder a un chico interesante y que me llamó la atención físicamente. Estuvimos chateando un par de meses (de forma intermitente) antes de quedar porqué por circunstancias externas no estábamos en la misma zona geográfica para poder quedar, y cuando volví a mi domicilio retomamos la conversación con ganas de conocernos finalmente. Él desde un primer momento parecía algo ambiguo, ya que por un lado mostraba interés en conocerme y hablábamos de muchos temas, pero por otro tampoco parecía muy decidido en concretar un día para conocernos con la excusa de los confinamientos municipales. Al final le dije que si quería que ya me dijera él un día porqué no le venia bien ninguno, y me propuso finalmente un día para quedar después de las vacaciones de navidad, diciendo que tenía muchas ganas, que sentía haber estado desconectado y esas cosas que suelen decir, ya sabéis.
Quedamos, fuimos a tomar algo, dimos una vuelta y luego fuimos a un bar a comer algo y a tomarnos unas cervezas. Hablamos de todo tipo de cosas, desde cómo nos había ido la vida durante este tiempo, pasando por nuestra experiencia por Tinder, hasta de política (tema que siempre trato de evitar sobretodo en primeras citas). El chico era culto, sabía de muchas cosas y teníamos bastantes cosas en común, fue lo que se dice una cita interesante y yo me sentía atraída por él y a gusto, la verdad. Después de comer habíamos dicho en un principio de ir a visitar un museo (ya que por esas fechas era lo único que había abierto en la ciudad para pasar la tarde) pero de pronto me ofreció ir a su casa a tomar café, ya que hacía mucho frío. La verdad es que frío si que hacía, pero bueno, una no es tonta y ya sabía por dónde iban a ir los tiros.
Fuimos a su casa, y para mi sorpresa, si estuvimos tomando café tranquilamente, la conversación seguía, estuvimos un montón de horas y no se nos acababan los temas. A mí me pareció muy guapo, y era evidente que había una atracción entre ambos pero ninguno se atrevía a dar el paso. Estando en su sofá tranquilamente, jugando con su gato, de pronto se quitó una pulsera que llevaba puesta y la tiró al suelo diciendo “ya es hora de cerrar una etapa”. Por lo visto, se la había regalado su ex… pero no me dijo nada más al respecto. Hablamos un poco de nuestros respectivos ex pero no quise entrar mucho al trapo en ese tema, porqué considero que es de mal gusto entrar en detalles y más en una primera cita.
Poco después se me lanzó y al final acabamos teniendo sexo. Fue muy pasional y al terminar estuvimos abrazados y acurrucados en su cama y me sentí muy cómoda, hacía tiempo que no me sentía así con alguien. Se acercaba la hora de cenar, y había confinamiento domiciliario así que me fui para mi casa. Él me acompañó hasta coger el bus, y al despedirnos me abrazó y me dijo “vamos hablando”. Al llegar a mi casa le dije que había llegado bien y que había estado muy a gusto, él me dijo lo mismo y me dio las buenas noches.
A partir de aquí la historia se vuelve agria, ya que el chaval en cuestión se fue desvaneciendo poco a poco hasta que se marcó un ghosting como la Catedral de Burgos. Iban pasando los días y no me escribía, ni un triste “como estás?” y mi cabeza no hacía más que darle vueltas al tema…Le pregunté que qué tal, que porqué no quedábamos para hacer x plan que habíamos estado comentando cuando quedamos, y él me dijo que le gustaría, pero sin concretar nada.
Pasó un mes y medio desde entonces, seguía sin recibir noticias suyas, yo ya había asumido que me había hecho un pedazo de ghosting y estaba dispuesta a borrar su número y a otra cosa mariposa, pero me pudo la sensación de “esto se lo tengo qué decir, porqué su comportamiento me ha dejado a cuadros y me estoy dando cuenta perfectamente de lo que ha hecho”, y le escribí para decirle si le había pasado algo, si estaba bien y para preguntarle directamente si quería quedar más conmigo. Lo que me respondió fue que estaba liado con los exámenes, que “no veía porqué no” y que cuando estuviera libre que me avisaría.
Ahí ya lo vi más claro que el agua, y al final borré su número. Me sentí utilizada y sobre todo engañada. ¿Si lo único que quería era echar un polvo, pa que tanta parafernalia y tanta hostia? De verdad que me estuve rayando por ese tema unas cuantas semanas, tratando de buscar una explicación a porqué después de que hubiera ido tan bien la cita, de haber estado tan a gusto, de pronto se esfuma sin dar ninguna explicación. Aquí debería de terminar la historia pero NO amigas. Cuando había pasado un tiempo, de pronto una mañana vi que el susodicho me había llamado por Whatsapp a las cuatro de la madrugada, y obviamente, me quedé bastante flipando. Supongo que al no salirle mi foto en los contactos de Whatsapp quizá le dio estando ebrio y por error me llamó, pero honestamente no lo sé. Aún así, quise salir de dudas y le pregunté si me había llamado esa noche y me dijo lo sentía, que había sido su móvil haciendo de las suyas. Claro que sí, guapi.
Sigo con mi vida, centrándome en mis estudios y en mi trabajo, pasan los meses, y el otro día a que no sabéis quién me mandó una solicitud de amistad a Instagram? Pues él, si chicas. Aquí ya me quedé flipando en colores, ¿qué quería después de tanto tiempo? Encima siendo él quien me dejó de hablar de la noche a la mañana. Mis amigas me dijeron que directamente borrara la solicitud y punto, pero me perturbó tanto que esta persona volviera a asomar la cabeza qué tuve que hacer algo. Me sentía muy resentida y confusa, y le acepté solamente para preguntarle que cómo me había encontrado y que qué quería. Su respuesta fue que le había salido como sugerencia por los contactos, y que no quería nada, que solamente me había agregado sin ninguna pretensión, y que si no quería que le diera a rechazar y punto.
Entonces le dije de la forma más clara que supe, que había desaparecido hace meses sin decir ni mu y que por tanto ahora estaba flipando con que me hubiera agregado así sin más, y que si tenía algo que decirme, seguía teniendo mi contacto como decía, que me lo dijera y fuera, y que si no tenía nada que decir, que lo borrara directamente y que no me buscara más. Él me dio las gracias por ser clara, y se disculpó por si había suscitado algo en mí al agregarme, que realmente lo había hecho sin ninguna intención y sin buscarme. Me dijo que esperaba que me fuera todo bien, y me deseó suerte. Ahí le fui a borrar de Instagram, pero ya se había borrado él solito, y me sentí muy bien porqué pude decirle lo que pensaba directamente y creo que se ha zanjado el asunto de forma definitiva.
Mi duda viene ahora, ya que como he podido comprobar, esta persona no me ha borrado de sus contactos, ya que aunque no lo tengo en la agenda, me aparece aún en el registro de llamadas de Whatsapp su número, y aparece su foto y su estado (y he comprobado a meter su número en otro móvil solo para ver si tiene la foto de Whatsapp pública y no, la tiene solo para los contactos). ¿Por qué no borra mi número? Si no tiene nada que decirme, ya le dije que me borrara de todos lados y que no diera más por culo. ¿Creéis que volverá a asomar el hocico en algún momento? Y si es así, ¿mantendríais una conversación con él o directamente eliminaríais el mensaje?, ¿Y qué creéis que pretendía realmente al mandarme una solicitud a Instagram después de tanto tiempo?.
Estoy trabajando mucho en mi autoestima, poco a poco voy ganando confianza en mí misma, pero ya os habréis dando cuenta que soy una tía que le da muchas vueltas a las cosas porqué siempre tengo la necesidad de “entender” las cosas que me pasan para poder procesarlas, y honestamente, me parece de no tener vergüenza que después de hacer un ghosting, el tío vaya y me mande solicitud a Instagram para pipear mis fotos, en lugar de mandarme un puto mensaje o algo pidiendo disculpas.
En fin chicas, siento el tochamen que os he metido pero necesitaba desahogarme. Sé que en weloversize se han tratado mil veces el tema de los ghostings pero nunca me había pasado que al cabo de un tiempo, el fantasma reaparezca, solo un poquito, cómo si no hubiera pasado nada. Un abrazo a todas y muchas gracias, os leo.