Diez años de distancia y dos besos preciosos.

Inicio Foros Querido Diario Relatos Diez años de distancia y dos besos preciosos.

  • Autor
    Entradas
  • Marii
    Invitado
    Marii on #263658

    Me mordí el labio.
    Sin saber realmente dónde quería que aquella botella dejase de girar, me mordí el labio. Esperaba la opción menos mala, sin tener del todo claro cuál era.
    Mi primer beso iba a ser aquel. Con uno de mis amigos, jugando a la botella, una estrellada noche de verano.
    Recuerdo aquel momento de nervios e incertidumbre como si fuese ayer.

    Diciembre. Diez años después.
    Con veintidós años, mi amigo Juan y yo volvemos a casa después de una noche de fiesta con otro de nuestros amigos. Después de siete años sin quedar, nos hemos vuelto a reunir. La familia, lo que durante años fue la familia, sigue igual de unida. No se ha perdido ni un ápice de confianza en todo este tiempo.
    Son las 5 de la mañana y nuestro amigo nos acaba de dejar. Juan me acompaña a casa. Hablamos de lo importantes que éramos los unos para los otros de pequeños, del daño real que nos hizo separarnos en plena adolescencia (nosotros, que somos de la misma edad, nos llevamos la peor parte).
    Nos detenemos en mi portal.
    – Me das un beso, ¿no?
    Me acerco y le beso en la mejilla.
    – No… un beso.
    Se acerca. Y yo me aparto.
    – Juan… somos amigos.
    – Tranquila, solo es un beso.
    Me muerdo el labio. Me siento como diez años atrás. Esperando a que se acerque y me bese. Lo estoy deseando. Tal vez por el alcohol, por la tensión de siete años sin vernos o porque físicamente Juan es muy mi tipo.
    Juan se acerca. Me coge la cara con las manos y me besa. Un beso dulce, tierno. Yo respondo al beso cogiendo su cintura.
    Juan se separa. ¿Y ahora?
    – Juan…
    – Te ofrezco darte un beso más largo dentro del portal. Pero si quieres me voy.
    Sin responder, saco la llave del abrigo y la meto en la cerradura. Entro y mantengo la puerta abierta, él aún espera fuera.
    – Entra, anda.
    Entramos. Avanzamos unos pasos. Inciertos. Inseguros. Qué coño estamos haciendo.
    Me coge la mano, deteniéndome. Me doy la vuelta y enseguida tengo sus labios junto a los míos otra vez. Me empuja, me hace retroceder, y de repente me encuentro contra la pared, y él besándome.
    Qué coño estamos haciendo. Puto alcohol.
    En cada momento de lucidez me separo.
    – Juan, ¿qué estamos haciendo?
    – Lo tienes tatuado, Carpe Diem. Vivimos el momento.
    – Estamos borrachos.
    – ¿Te apetece besarme? – asiento – Pues bésame.

    Pierdo la cuenta del tiempo que paso ahí, en sus labios. El sabor a tabaco y a alcohol dulzón me inunda. Qué coño estamos haciendo.
    Intenta meter la mano por debajo de mi vestido. Le detengo y me separo definitivamente. Pero sus manos aún no me sueltan. Y yo lo agradezco.
    – No voy a follar contigo – le digo.
    – Pues no follamos.
    – ¿Sabes que me diste mi primer beso cuando teníamos doce años, jugando a la botella?
    – ¿En serio?
    Asiento, de nuevo.

    Me empiezo a arrepentir. Qué coño acabo de hacer. Qué coño acabamos de hacer. Se lo digo.
    – Tranquila, no ha pasado nada.
    Me pide que no me arrepienta, era lo que ambos queríamos. Bromea diciéndome que hacía tiempo que no le besaban con tantas ganas. Me quedo pasmada, y me reservo el contestarle que hacía tiempo que no me besaban tan bien.
    Nos sentamos en las escaleras. Me mira mientras me arrepiento. Al final me dice:
    – Esto no va a salir de aquí, lo contaré a mis amigos pero no a los nuestros.
    Me pide que no me ponga mal. Pero estoy mal. Acabo de romper una promesa que me hice con once años. Nunca me liaría con nadie de mi grupo de amigos de la infancia.
    Se lo digo, más bien se lo recuerdo. Ese dato él ya lo tenía.
    Me da un abrazo de despedida. Se va a su hotel. Hasta la próxima, esperemos que no pasen otros siete años.
    – Y no estés mal, por favor… solo ha sido un beso, como el de hace diez años.

    Me separé. Sabía bien. Aunque era raro, más cálido de lo que esperaba. En aquel momento pensé que aquella sería la única vez que besaría a Juan. Nadie habría imaginado que, diez años después, me cogería la cara en mi portal y nos besaríamos durante tanto tiempo que perdí la cuenta.


    Responder
WeLoversize no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta web por colaboradores y usuarios del foro.
Las imágenes utilizadas para ilustrar los temas del foro pertenecen a un banco de fotos de pago y en ningún caso corresponden a los protagonistas de las historias.

Viendo 1 entrada (de un total de 1)
Respuesta a: Diez años de distancia y dos besos preciosos.
Tu información: