Hola a tod@s!
De la historia que voy a contar hace ya unos cuantos años, pero me apetecía compartirla con el mundo. De esta historia puedo sacar varias cosas, y sé que va a haber infinidad de opiniones diferentes. Algunas me llamarán p***, otras me criticarán, otras se pondrán de mi lado… en fin, que no me importa demasiado. Lo único que sé y que diré antes de empezar a contarlo, es que yo era una inmadura cuando esto pasó, que aprendí mucho de esa historia, y que terminé sufriendo y mucho por creer las mentiras de un manipulador mentiroso. De hecho, esta historia me causó un trauma tremendo, pero eso es otro tema. Una vez dicho esto, me meto en el barro:
Allá por el año 2014, yo vivía en Alcalá de Henares en un piso de 5 habitaciones que compartía con 4 maravillosos profesores. Yo tenía 21 años, y ellos rondaban los 25, aunque uno de los chicos era más mayor. Yo estudiaba en la universidad y ellos trabajaban en coles cercanos. Éramos 3 chicos y 2 chicas en el piso. La verdad es que en general nos llevábamos fenomenal, aunque yo hice mejores migas con la otra chica y con 2 de los chicos que tenían 25 años, vaya los que se acercaban algo más a mi edad (nos llevábamos realmente 3 años de diferencia). El tema es que, con el paso de los meses, empecé a llevarme mejor con uno de los chicos (vamos a llamarlo Carlos), quien empezó a tirarme la caña, y yo encantada. Me gustaba y me lo pasaba bien con él. El único problema que había era que él tenía novia. La cosa es que yo era bastante pequeña (hace ya 10 años de esto) y no me interesé demasiado por su novia, ni por cómo se llamaba, ni cuanto tiempo llevaban juntos. Yo tenía las hormonas revolucionadas y lo único que me importaba es que ese chico me gustaba y que yo parecía gustarle a él. La verdad es que hasta diciembre de ese año solo tonteábamos, no pasó nada más.
Todo era «normal», hasta que llegó el puente de diciembre de 2014. Todos los compis de piso se fueron a sus ciudades con sus padres (ninguno éramos de Madrid), pero Carlos y yo nos quedamos en el piso. La primera noche pusieron la peli Harry Potter en la TV y nos quedamos los dos solos viéndola. Nos tumbamos juntos en el sofá, y la magia apareció, nos besamos. Lo cierto es que se lanzó él (todo esto hay que decirlo), pero yo no me opuse. Y una cosa llevó a la otra….en fin…el resto puede intuirse.
Seguimos tonteando y nos liábamos a veces, hasta un día que vino su novia a casa (a la que, repito, yo no había visto nunca y no la conocía). Yo era una cría y no me paré a pensar en eso. De hecho, yo nunca había tenido una relación seria, así que no entendía lo que era eso, ni me paré a pensar en cómo debía de sentirse ella. Yo solo pensaba en que ese chico me gustaba, que yo le gustaba a él, y en lo que él me decía. Básicamente me llenaba la cabeza con tonterías sobre que estaba mal con su novia y que iba a dejarla, que se lo estaba pensando. Y yo, que era una ilusa, me lo creía. Pues bien, el día que vino su novia a casa yo no pude ni estar allí, me daba vergüenza mirarla a la cara, y me sentía fatal la verdad. Lo cierto es que eso me lo busqué un poco, aunque a día de hoy sigo pensando que el más golfo y responsable de aquello fue él, ya que era quien tenía una relación y el que debía ser fiel. Aun así, sé que no me porté bien, pero fue hace mucho, yo era una cría, y la vida está para aprender, no lo olvidemos. En fin, pasaron los meses y seguimos haciendo lo mismo. Él no veía a penas a su novia y estaba conmigo a diario. Me presentó hasta a sus amigos compis del colegio.
Paralelamente a esto, yo como os he dicho antes, iba a la universidad y estudiaba periodismo. En mi clase había un chico que me gustaba desde primero de carrera (yo estaba en tercero ya), que sobre el mes de mayo empezó a insinuarse a mí. Yo estaba realmente enamorada de ese chico, así que hablé con Carlos y me lancé a mi compi de clase. Carlos y yo dejamos de vernos por un tiempo desde que yo empecé con mi compañero de clase. Yo empecé a salir (novios) con el chico de mi clase, a quien llamaremos Fernando, y notaba a Carlos celoso, pero sinceramente no pensaba que tuviera nada que decirme teniendo en cuenta que él tenía novia. Yo desde luego, no era quien para decirle a él lo que hacer con su relación, pero yo no iba a joder la mía, ni a hacerle daño a Fernando, así que, como digo, la historia con Carlos terminó ahí por el momento.
Con Fernando estuve saliendo 3 meses solamente, después me dejó porque decía que no sentía la chispa (claramente éramos unos críos), aunque más tarde supe que no me dejó por eso, pero en esta historia no es tan importante. Me dejó en el mes de agosto, y yo estaba destrozada completamente, porque como digo, estaba bien enamorada de él.
Llegó septiembre de nuevo y Carlos volvió a Madrid. He de decir que en el piso ya no vivíamos los profes y yo. Todos los profes se fueron del piso, y empecé a vivir con estudiantes. Carlos se fue a vivir a Gran Vía, en todo el centro de Madrid, y me dijo que lo había dejado con su novia ese verano, así que empezamos algo. Estuvimos todo el año juntos, nos veíamos muchísimo, estaba casi toda la semana con él en su casa, y lo pasábamos fenomenal. Tanto, que cuando llevábamos cerca de todo ese año juntos, me presentó a sus amigos de la infancia que vinieron a verle a Madrid, y estuve con ellos. Sus amigos de la infancia, que también conocían a su ex, y que eran de su ciudad, no de Madrid (esto es importante aquí). Yo me sentía fenomenal, y empecé a enamorarme de él. Él parecía que estaba muy a gusto conmigo, hablábamos a diario y nos veíamos muchísimo.
Llegó de nuevo el verano y yo me fui a mi pueblo y él a su ciudad. Ese verano nos distanciamos un poco, y él volvió con su ex, aunque de nuevo volvió a Madrid en septiembre, y volvió a cortar con ella. Dijo que, más que volver, habían intentado algo, pero no funcionó (eso fue lo que me contó él, claro). Bien, volvió a Madrid ya en 2016, y yo me mudé a casa de mi abuelo, en Alcalá de Henares también, mientras él vivía en Sanchinarro y yo buscaba piso en Madrid. De nuevo volvimos a quedar muchísimo, nos veíamos muchísimo y nos empezamos a decir Te quiero.
De repente un día en su casa, le sonó el móvil mientras estaba en el baño, y miré por reflejo (lo tenía encima de la cama), y vi que era su EX. No pude evitar hablar con él, y me dijo que eran amigos, pero nada más. A mí había algo ahí que no me olía bien. Un finde se fue a Albacete (que es de donde era él, y donde vivía estaba la otra chica, la que yo pensaba que era su ex novia), porque tenía una boda a la que iba a ir con su familia. Pues bien, se fue a la boda, y no me hizo caso en todo el fin de semana, cosa que me pareció rara. O sea, el día de la boda lo entendía, pero el resto del finde fue raro, ya que siempre hablábamos muchísimo. En fin, volvió, y vino a verme, estuvimos juntos, y vi un mensaje de su ex muy raro, en el que le decía que la llamara cuando pudiera, que hoy no habían hablado o algo así (no lo recuerdo muy bien), así que después de estar con él, le dije que me estaba rayando y que no quería seguir con aquello. Se fue a su casa y yo busqué a su ex en Facebook y le escribí un mensaje contándole toda la historia, y diciéndole que me había que ya no estaban juntos, pero que no le creía mucho.
Pasaron varias semanas y yo ya no hablaba con Carlos. Un día me respondió ella (cuando vio el mensaje), diciéndome que ella estaba saliendo con él, que lo dejaron 3 meses, pero que el resto del tiempo habían estado juntos, y que estaba flipando, que cómo le había hecho eso, si habían estado hacía bien poco en una boda juntos y todo. Carlos se enteró de ese mensaje, y me llamó por teléfono (ella estaba con él), y empezó a decirme que yo era una mentirosa, que estaba obsesionada con él, que él nunca había estado conmigo, y que necesitaba ayuda. Me negó todo en mi cara, cuando llevábamos juntos 3 años, y él me había estado mintiendo todo ese tiempo. No me lo podía creer. Al final su novia le creyó a él, y me dijo que yo le daba pena, que cómo podía meterme en una relación así, y que dejara en paz a su novio. Me causó un trauma bien gordo. No podía entender cómo, la persona con la que había compartido 3 años de mi vida, me negara todo lo que habíamos vivido de esa manera en mi cara, como si yo no valiera ni fuera nada.
Estuve en shock un tiempo largo, sin creerme lo que había pasado. Al año siguiente me iba a ir a vivir a Australia y me centré en eso, y cuando salí del shock, que me duró bastante tiempo, alrededor de un mes os diría, lloré como una magdalena, me sentí como una auténtica mierda, y juré que jamás me iba a volver a pasar algo como aquello. Y, adivinad qué, no me ha vuelto a pasar. Ahora, tantos años después, comparto mi vida y vivo con un chico maravilloso con el que llevo 5 años, 3 de los cuales hemos estado viviendo juntos.
Sigo sintiendo pena por mi yo de aquel entonces, pero sobre todo por su novia, y por la cantidad de veces que Carlos le habrá puesto los cuernos. Si os soy sincera, Carlos me volvió a escribir en varias ocasiones años más tarde, cuando yo ya estaba con mi novio actual, e intentó tirarme la caña de nuevo por Facebook. A eso yo le bloqueé. Así que sí, me da mucha pena su novia, aunque ella no quiere ver lo que tiene al lado, lo que me parece muy cobarde, la verdad, y me da pena él, que es un infeliz y un narcisista mentiroso.
Gracias por leerme.