Mi cuñada, la mujer de mi cuñado, está embarazada. Pero no embarazada sino EMBARAZADA. Lo escribo en mayúsculas porque ellos también hablan de su embarazo como si fueran los únicos preñados de todo el planeta tierra.
Están llegando a la mitad del embarazo y es que son todo un circo. Pero del nivel de pedirle a mi suegra que le ponga a ella la silla con cojín cuando vamos a comer a su casa o que repita 4 veces que la primera a la que tienen que servir la comida es a ella porque es la que está en estado.
Tengo 3 hijos… no es ni medio normal desear que durante 40 semanas el mundo gire a tu alrededor de esa manera.
Ella está encantada porque él la lleva en plamitas, personalmente yo me agobiaría pero no es su caso parece ser, y como gente especial que son se vanaglorian entre ellos por lo mucho que molan. Vale, me doy cuenta de que si no los conocéis es muy difícil entender esto, pero es que son una pareja muy top, de esas que van siempre a la última y todo lo que ellos hacen es lo más.
Se han quedado embarazados al primer intento, eso ya fue explicado a bombo y platillo porque ¿cómo no iban a ser ellos tan súper fértiles? De hecho mi cuñado dejó caer algún comentario de ese tipo en una cena. Ella tuvo un primer trimestre que ni se enteró de que estaba embarazada y encima es que su ginecóloga la ha tomado de ejemplo para un trabajo de investigación por no se qué de las gestantes que trabajan a jornada completa y además también son deportistas. Es como una súper woman no como nosotras, las mortales, que nos pasamos vomitando medio embarazo y solo queremos dormir e hibernar como los osos.
En serio, que sé que muchas me vais a decir que me mueve la envidia, os puedo asegurar que no, pero es que este mismo mediodía hemos comido con ellos en casa de mis suegros y es que era o reír o llorar, aunque he optado por lo primero. Hemos hablado de su embarazo un rato y después incluso hemos podido comentar detalles sobre su chumino ya que mi cuñado ha creído interesante comentar que van a empezar en breve con los masajes pre-parto. Mi marido no sabía dónde meterse y yo solo añadí que duelen un huevo. Por supuesto ella ha dejado claro que está acostumbrada al dolor porque hace mucho yoga y que seguro no es para tanto. Ya sabéis, nosotras, las mortales.
Lo que no sé es lo que nos depara su parto y la llegada de mi sobrino, porque va a ser el bebé más top del universo, con la crianza más maravillosa de la historia y con unos padres capaces de escribir la biblia de la maternidad, y sino, al tiempo.
OMG!!!!!!!