Buenas noches, chicas
Aquí va mi historia. Me había mudado temporalmente a un sitio nuevo y tenía ganas de conocerte gente nueva. Conocí un chico por medio de la aplicación que de primeras ni siquiera me llamó la atención demasiado pero parecía muy simpático.
El chico es extranjero y venía a la ciudad de viaje de fin de semana y me propuso ser su guía pero lo cierto es que le di largas. Finalmente, quedamos para ir a tomar algo la noche del sábado. Cual fue mi sorpresa que desde el minuto número uno el chico me encantó, tuve un flechazo (he de aclarar que esto no me había pasado nunca ni pensé que me pudiera pasar).
No era guapo en el sentido estricto del término pero sí muy atractivo y tenía una personalidad arrolladora: simpático, educado, inteligente, ocurrente… De veras, ¡lo tenía todo! Tomamos una copa en un bar mientras manteníamos una entretenida conversación hasta que el bar cerró. Entonces, decidimos ir a otro bar para continuar la noche. Hacía mucho frío en la calle, así que el chico decidió dejarme su chaqueta y mientras cruzábamos un puente desde el cual se apreciaban unas preciosas vistas, se paró de frente a mí con la intención de besarme. Yo sorprendida le hice la cobra pero posteriormente me acerqué y nos besamos.
Fuimos a otro bar, nos tomamos otra copa y finalmente terminamos en su apartamento. Ya os podéis imaginar cómo sigue la historia, nos acostamos y dormimos juntos esa noche. Al día siguiente, fuimos a desayunar, me dijo que había sido un placer conocernos y nos despedimos con un pico porque él tenía que coger el avión de vuelta por la tarde.
Lo cierto es que yo le propuse ir a almorzar una vez estábamos cada uno en nuestras respectivas casas pero no mostró especial interés, lo cual supuse que podría ser porque no contaba con mucho tiempo. Noté un gran cambio de actitud, de hecho fui yo quien tuvo la iniciativa de seguir hablando pero él casi ya no me daba conversación.
Cuando estaba en el aeropuerto, me envió un mensaje de despedida y nunca más me respondió. Pasaron los días y no pude resistir las ganas de volver a hablarle, así que le escribí hasta en dos ocasiones (una de ellas incluso le pasé una foto del puente en el que nos habíamos besado por primera vez, dado que yo pasaba por ahí todos los días) pero notaba cierta indiferencia por su parte.
Le agregué a una red social y hasta entonces lo único que he vuelto a saber de él es cuando le ha dado «me gusta» a mis fotos, ya sea actuales o pasadas. De hecho, un día me levanté con un «me gusta» suyo a la foto que le había pasado en su momento del puente, lo cual inicialmente me generó alegría pero posteriormente frustración porque no entendía la razón por la que le daba «like» a mis fotos pero ya apenas mostraba interés en hablar.
La verdad es que no logro quitármelo de la cabeza, para mí ha sido la persona más genial que he conocido en mucho tiempo pero me duele recibir esa indiferencia después de la noche que pasamos juntos. Soy consciente de que vive en otro país y que nos separan muchos kilómetros; no obstante, no me parece una excusa para no mantener el contacto con alguien. Durante la cuarentena me han hablado muchos chicos menos él, que es la última persona con la que he estado y con la única que realmente querría volver a tener una cita. Me frustra mucho pensar que probablemente él lo único que buscaba era un polvo de una noche y que yo me he quedado colgada de él sin ni siquiera esperarlo. A menudo fantaseo con la idea de volver a verlo… ¿Qué me recomendáis?