Reproducimos un testimonio que nos llega a [email protected]
Hola,
Os escribo porque supongo que necesito opiniones ajenas a mis amigas. Es un drama real y de verdad, es de estos en los que la mente y el corazón opinan diferente.
En otoño del año pasado, comencé a pasar más tiempo con un compañero del trabajo, él vive en otra ciudad. Hablábamos mucho, muchísimo y sentí que encajamos desde el minuto 1. Ambos teníamos pareja en ese momento, le conocí en persona y fue más mágico de lo que imaginaba, la conexión fue brutal. Dejé a mi pareja. Él no, pues ella, estaba embarazada tras engañarle a él y él no se veía capaz de dejarla.
Durante este tiempo, hemos seguido hablando, declarado nuestros sentimientos y hecho planes de futuro.
El problema llega ahora, obviamente el bebé ha nacido y siento una pena absoluta, me da rabia ver que está viviendo algo tan bonito con otra, que por otro lado, no tengo derecho de quejarme, sé lo que había. Ahora bien, seguimos hablando, supongo que por el cansancio acumulado y ser padre primerizo, no es igual que antes. Sigue demostrándome amor pero menos asiduamente. Igual son pájaras mías, que es mi miedo a que se acabe esto que tenemos.
He pensado en darle un par de semanas / un mes porque ahora con tanto cambio no quiero ser una carga más al decirle que se aclare y decida. Sabe de sobra que estoy dispuesta a intentarlo y a aceptar y cuidar a su hija como si fuese mía. Me da pena porque veo que por ella tras la traición no siente nada más que cariño por el tiempo que han estado y cuando estamos juntos es … Increíble.
Gracias chicas