Nunca es tarde para estudiar, ya tengas 20 años o 70. Lo de 70 es literal. Cuando tenía 20 años y estudiaba la carrera, coincidía por las tardes con un grupo de monjitas que estudiaban Historia porque querían y porque les gustaba. Encantadoras.
Así que adelante. Da igual lo que estudies, un grado medio, el Bachillerato o cualquier otro curso de formación que te propongan. El saber no ocupa lugar, primero por ti misma y luego por las oportunidades laborales que te puedan surgir. Si no sabes hacia dónde dirigir tus estudios, prueba primero en las escuelas de adultos o en los servicios de orientación de tu ayuntamiento. La mayoría organizan cursos que no son tan exigentes como una titulación académica formal y te pueden servir para probar tus fuerzas y tus energias. También tienen orientadores que te pueden echar una mano.
En los centros cívicos también se organizan multitud de cursos de lo más variado, desde informática básica a fotografía o cocina.
Si pruebas y ves que tiras para delante y te motivas, igual puedes plantearte un grado medio de FP. Pero poco a poco, no te agobies. ¡Fuerza y ánimo!