Me he encontrado con esta publicidad en el periódico El País y esto flipando fuerte. ¿Qué necesidad hay de intentar seguir metiéndonos presión con cuestiones corporales hasta para promocionar una feria inmobiliaria? Querer hacerse los simpáticos con un tema tan delicado me parece tremendo. Ya bastante jodido está el tema del alquiler… INCREÍBLE, DE VERDAD!
¿Qué os parece? ¿Soy yo que estoy ultra sensibilizada con estos temas?