Di en badoo con un chico que era muy a mi estilo, cabello larguito, rockerito, dibujaba fenomenal y la conversación era exquisita, muy a mi gusto.
Yo llevaba un tiempo sin quedar con alguien, siempre he estado a favor de la puteria por decirlo de alguna forma, pero ahora he querido tener una relación real y este chico con todo lo hablado, pintaba que podría ser algo bueno.
Quedamos una primera vez y hubo bastante química, mucha charla, muchas cosas en común, todo genial hasta me beso… De esos besos moja bragas, con abrazos, caricias y demás.
Nos despedimos y continuamos la conversación por WhatsApp, nos dijimos muchas cosas, ambos nos gustamos y en fin… Quedamos nuevamente, la conversación antes de eso empezó́ a disminuir, pero aun así́ había chispita, y llegó ese día.
Quedamos en su casa, ya sabíamos que iba a pasar a más la cosa, ambos lo queríamos (aparentemente)
Llegué a su casa, todo normal, hablamos un rato y luego empezaron los besos y caricias, pero él se notaba un poco aburrido… Parábamos, hablábamos y luego seguíamos, pero era algo raro, no se sentía cómoda la situación; el me tocaba, me acariciaba, me besaba, me metía mano, pero yo no podía tocarle, se negaba a que le tocará, no se sacó́ la camisa siquiera, ahí́ estaba yo, tetas al aire, panza al aire, su mano en muchachita pero él no se dejaba si quiera tocar un poco, en un momento estaba sobre él y logre a sentir su ¿erección?, era como si un dedo me rozara allí́ abajo…
Al final simplemente nos separamos, ahí no había absolutamente nada, me ofreció un café mientras me componía la ropa, me abraza, me pregunta si esta todo bien, que le gusto verme… Yo quedé tan confundida que solo atine a mover la cabeza sin más, después de eso no volvimos a hablar por dos días, yo seguía confundida, sinceramente me afecto…
Y si le parecí ya muy gorda?
Y si ya no le guste?
Qué demonios pasó?
¿Y dónde quedó la química?
Finalmente, le escribí para saber cómo estaba y ver si me platicaba algo, pero fue totalmente fallido, contestó un par de veces y de ahí́ que simplemente no le volví́ a hablar, personalmente me afecto un poco la autoestima, pero si él tenía problemas consigo mismo no lo sé…
Quiero agregar, que durante el tiempo que estuvimos haciendo «algo» él estaba más pendiente de jugar con mi panza… La tocaba, besaba, movía, en fin…